Atlético en
la cúspide del anochecer
Tajante en el
olfato del clarín
Soñador como las madrugadas
Soñador como las madrugadas
Atiborrado de
luceros lapislázulis
Enciendes tu
alma y empiezas tu recorrido
De valles florales
se llena tu cuerpo
De lluvia
entonada se humecta
Tus manos
titilan
Y tu corazón
late con piedad
Late en el mío,
lo nutre
Lo nutre de
amor
Con tus besos
Como el pan
de todos los días.
De tu voz se
sostienen las nubes
Se expande el
universo
Y en las
aguas de tus mares
Nazco en forma de:
Nazco en forma de:
Sirena,
En caracol,
En peces de
cuarzo,
En barco que
se pierda a la deriva.
Tu mirada y la mía:
Tu mirada y la mía:
La flor en la
libélula
Por donde
abren las puertas del misterio,
La quinta sinfonía
de Beethoven entre planetas
La música permanente
en nuestras galaxias.
Ivette Mendoza