Tu cuerpo enredado entre los
eucaliptos
Presiente la distancia en la
distancia
Y un jilguero azuloso, azorado de recuerdos.
Y un jilguero azuloso, azorado de recuerdos.
Tu amor es más aquilatado que
las caricias
Que hacen tus manos.
Amartelada, durmiente me
encuentro
En un símbolo de tu presencia,
Tu calor me sirve de
perseverancia,
Como una dilatación de alegría.
Un túnel de laureles inestimable
Por donde tú y yo pasamos
A repasar el tiempo y esperar el minuto
Como una dilatación de alegría.
Un túnel de laureles inestimable
Por donde tú y yo pasamos
A repasar el tiempo y esperar el minuto
Que nos une carne dentro de
carne.
Merezco no vivir detrás de la
timidez
De la puerta indeseada,
Retorna la mariposa hada,
roturada
Es la posibilidad de ser nueva
Es la posibilidad de ser
tormento
¿En cuál de ellas me ahogara?
Oscilación de amarantos, pasión
de enebro
Te enrosca en esa botella que
se tiró al mar
Hace quinientos años.
Ivette Mendoza