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miércoles, 9 de agosto de 2023

Otra contradicción flota en el manubrio mudo del vacío

 

Otra contradicción flota en el manubrio mudo del vacío;
lo verdadero se apaga, desvaneciendo la claridad que fue.
Aquí, mis billetes juveniles se visten de sombras,
mis talones frígidos se ahogan en lamentos
sobre un pergamino de maravillas;
me exigen penalidades truncadas:
y una voz se nutre en la flor luminosa del nunca.
Desde mi alma enclavada,
la existencia se hunde en el margen calorosamente,
la opulencia brilla con su ira de tormenta albina.
La apatía del reloj es el último canto de la oscuridad,
y la década obstinada tras el cristal
persigue el fluir del tiempo, como un decibelio  
de añoranzas fugitivo. ¡Ah en este instante!
un laberinto de fonemas es la más melancólica escama de un
vagabundo terceto,
y el chirrido de la puerta, una pirueta aventurera y osada.
Las mañas invaden la penumbra exiliada,
devoran la liturgia en copas inquietas,
seducidos por el ensueño medicado de vanidad.
Se empinan sobre las exequias endebles del romanticismo,
y susurran la fragancia de la libertad senil,
como buscando desvanecer aroma y esencia,
mirra y suspiros matriarcales.
 
Another contradiction floats in the silent handlebar of the void
 
Another contradiction floats in the silent handlebar of the void;
the truth fades, dissipating the brightness that was.
Here, my youthful banknotes dress in lustful shadows,
my frigid heels drown in lamentations
over a parchment of wonders;
they demand truncated penalties:
and a voice nourishes itself in the luminous flower of never.
From my enclosed soul,
existence sinks in the margin warmly,
opulence shines with the anger of an albino storm.
The apathy of the clock is the last song of darkness,
and the stubborn decade behind the glass
pursues the flow of time, like a decibel
of fugitive longings. Ah, at this moment!
a labyrinth of phonemes is the most melancholic scale of a
vagrant tercet,
and the screeching of the door, a daring and bold pirouette.
Tricks invade the exiled gloom,
devour the liturgy in restless goblets,
seduced by the medicated dream of vanity.
They stand on the weak funeral rites of romanticism,
and whisper the fragrance of senile freedom,
as if seeking to dissipate aroma and essence,
Mirra and matriarchal sighs.
Ivette Mendoza Fajardo