Las llamadas telefónicas ascienden hacia el más allá
Las llamadas telefónicas ascienden
hacia el más allá
donde tus lamentos se amputan
con generosidad:
En tardes como éstas, amordazadas,
una pizza pregunta insistentemente
entre las vírgenes del cigarro familiar
y trozos medianos del romanticismo.
En las tardes como éstas, amordazadas
la sangre fría anda sigilosamente
persiguiendo muertos
y una cotorra a mandíbula batiente,
mira reparar el día de anhelos.
La sinfonía entera suponía, chapodar
el abismo de la perturbación del alma,
mientras revotaba la aclaración del dicho,
mientras revotaba el pelo del
consentimiento,
en la mandolina beata del oxido ladrón.
La altanería de la mano derecha te creyó
cuando distes una vuelta y muchas más
sobre la legión de lloros de seda en las
persianas milagrosas de tus ojos,
cuando pedían fuegos sin disimulos a
la clara lealtad sarrosa.
The phone calls ascend
towards the beyond
The phone calls ascend
towards the beyond
where your laments are
amputated
with generosity:
On afternoons like
these, gagged,
a pizza insistently
asks
among the virgins of
the familiar cigarette
and medium pieces of
romanticism.
On afternoons like
these, gagged,
the cold blood
stealthily walks
chasing the dead
and a parrot with a
clattering jaw,
watches the day of
yearnings being repaired.
The entire symphony
supposed, to splash
the abyss of the
soul's disturbance,
while the
clarification of the saying bounced,
while the hair of
consent bounced,
on the beatified
mandolin of the thieving rust.
The arrogance of the
right hand believed you
when you turned around
and many more times
over the legion of
silk cries in the
miraculous blinds of
your eyes,
when they asked for
fires without disguises from
the clear, rusty
loyalty.
Ivette Mendoza Fajardo