La vertiente hostil de los siglos calamitosos
La vertiente hostil de los siglos
calamitosos mana
en el contorno de una era que
en anhelos cuaternarios, se trasmutan.
Épocas jorobadas
ensalivan orillas astuciosas de fallecida floresta
rostrituerta.
¿Muerden porvenires los días, santiamenes
fugitivos?
¿Un don de mutilación retumbante calibra
fuegos pretéritos?
¿El roedor embalsamado dispersa anemia en
su travesía?
Algo se ausenta hacia confines oculistas
aún por despertar.
Gatean en las tinieblas voces sin perdón al
alfa.
El saldo de enero desprecia mi actitud. Lo insondable
participa.
Hacia ese idolatra montículo pálido, en el
límite colosal,
cacarea la psicología de nuestras manos,
allí evalúan mi sentencia, una y otra vez,
pero tú y yo retornamos a su punto ciego,
como un cruce de brazos acogedores y familiares,
penumbra de ternura seráfica saca un pie,
hacia al horizonte y se baña de rocío,
y tal vez por un momento,
me hace invisible.
The Hostile
Slope of the Calamitous Centuries
The hostile slope of
calamitous centuries flows
in the contour of an
era that
in quaternary
yearnings, transmutes. Hunchbacked epochs
salivate the cunning
shores of a deceased, twisted-face forest.
Do futures bite the
days, fleeting moments?
Does a gift of
resounding mutilation calibrate ancient fires?
Does the embalmed
rodent scatter anemia on its journey?
Something absents
itself towards ophthalmologist confines yet to awaken.
Voices crawl in the
darkness, unforgiven to the alpha.
The balance of January
despises my attitude. The unfathomable participation.
Towards that
idolatrous pale mound, at the colossal limit,
the psychology of our
hands cackles,
there they evaluate my
sentence, time and again,
but you and I return
to its blind spot,
like a crossing of
welcoming and familiar arms,
a shadow of seraphic
tenderness steps out,
towards the horizon
and bathes in dew,
and perhaps for a
moment,
renders me invisible.
Ivette Mendoza Fajardo