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lunes, 13 de mayo de 2024

Enciendo una marea de callada vanidad( poesía contemporánea)

 

Enciendo una marea de callada vanidad,
y germina la extremidad de mi alma pujante.
Sobre el éter, ¿acaso no es una numismática danza?
¿O quizás la esfericidad resplandeciente del iris pelagroso?
Asciende mi ojeada, rasgando los abismos oscuros,
que separa la desobediencia de mi cuerpo
y se emancipa allá, en la apoteosis de cada
lamento geniculado.
¡Oh, es que resides en mi umbral despilfarrado!
Y yo, ignorante de tu aura agujereada,
es que navegan en mi ser todas las cosmogonías,
y ahora, con urgencia, tañen mi luz acicalada.
¡Cuánto dolor puede ocultar la vanidad silenciosa!
Enciendo una marea de callada vanidad y brota
tu esencia, tramada con el manto nocturno de Eneas.
Todo se yergue tan próximo, a una tenue agonía
de espacios cuadrangulares y energéticos,
más en verdad, nos aterra, nos espanta, nos aísla
profundamente descubrirlo, vibrante como un
grito en la oscuridad.
 
I ignite a tide of silent vanity
 
I ignite a tide of silent vanity,
and the extremity of my thriving soul germinates.
Above the ether, is it not a numismatic dance?
Or perhaps the resplendent sphericity of the dangerous iris?
My gaze ascends, tearing through the dark abysses,
separating the disobedience of my body
and emancipates itself there, in the apotheosis of each
geniculate lament.
Oh, do you reside at my squandered threshold!
And I, unaware of your perforated aura,
it's that all the cosmogonies sail within me,
and now, urgently, they toll at my bright light.
How much pain can silent vanity hide?
I ignite a tide of silent vanity and your essence sprouts,
interwoven with the nocturnal mantle of Aeneas.
Everything stands so close, to a faint agony
of quadrangular and energetic spaces,
yet indeed, it terrifies us, horrifies us, isolates us
deeply to discover it, vibrant like
a scream in the darkness.
Ivette Mendoza Fajardo

domingo, 12 de mayo de 2024

Poemas del 2014, Ivette Mendoza Fajardo, poesía contemporánea

 

jueves, 7 de agosto de 2014

Ivette Mendoza Fajardo

 Tierra bronceada
Luna dorada, tierra bronceada
Mañana pura, piel frescura.
Beldad cierta, vida despierta
Fragor,  sabor, dolor y amor.
Tierra de alma abierta
Canta de una forma secreta
Al aire que respira y admira
Y vive y sobrevive viviendo
Y canta y sigue cantando.

 El astro rosado
El astro rosado mudaba en sueños en
El cielo despierto de un tiempo de seda y
Cabalgaba por la dulce cordillera:
De vidas sorpresas
De purezas floridas
De tierras a colores
De ríos de frutas
De líquida luz
De la sustancia insostenible
De hechos helechos
De insectos arcoíris
De caracoles luminarios,
Se abría de día y de noche
A perseguir las almas
En penas y las transformaba
En perlas criaturas.



A Rubén Darío

Dio su gloria y alma en letras.
Su pluma delineó sus sueños
En poesías, pintándolas de
Fluidas rimas asonantes y
Consonantes con matices multicolores.
¡Se oyen, se escuchan
Sus claros clarines de
Simétricas melodías!
¡Oh!,
Príncipe de las letras castellanas
Alumbras los castillos estelares
Y desde arriba con tu frente
Y puño en alto sostienes
La mullida luz de la victoria.
La historia recita tu lírico triunfo
Saludando la bandera azul y
Blanco.
Y ahora tu memoria
Arde y abre paso
Entre lagos y volcanes hacia la
Literaria inmortalidad.
Mi enigma

Habré de saber a qué he venido
A la vida,
Me pregunto reflejada a mis imágenes
A las que no puedo reconstruir.
Todo empezó cuando el barranco
De mi memoria hacía preguntas.
Esa sombra me perseguirá hasta en
El interrogante ocaso aun cuando
Se oculten los sonidos de mi carne.
He esperado tanto la antigua historia
Del espinoso camino y no fluye nada
En su reflejo.
Quizás fui sazonada de antemano.
Quizás yo no era nadie.
Quizás sea un enigma.
China Sea
Después de haber visto vasta inmensidad,
No solo mis ojos quedaron extasiados
Sino llenos de aprensión.
Batallones de aguas que de lejos
Miran con locura.
Inocente y perversa arcana que en
Su garganta se traga la vida humana.
Ilusorio azul, tersa bruma que venciste
La espada mandarín, algo que sucedió
Ayer y sucede ahora.
Contaba mis hora volando sobre tus
Tenebrosas aguas y valoraba mi preciosa vida.
Pero un monje me confesó que no
Era ni tan amorosa ni tan vengativa,
El conocía todas sus pericias.
Algo, algo me movía a seguirla
Contemplando, como qué con
Mis ojos al hundir en ella
Querían descifrar su húmedo universo.
Luego elegí darme por vencida
No podía guerrear con ella ante
Sus desmedidos secretos y misterios,
Yo era no más una aguja en un pajar.
Inmigrante Nica

Inmigrante sin terruño
Inerme sobre el nuevo suelo,
Detrás quedó la vieja puerta
Empapada en llanto y sudor,
Se apagó el aroma
De sacuanjoches silvestres
En el silencio azur de lagos y
Volcanes.
Inmigrante sin terruño
Inerme sobre el nuevo suelo,
De añoranzas extraviadas
Cargadas van las maletas
Que esperan promesas
O tristes fríos vacíos.
Recurre



En el hueco de mi mano posa
Un recuerdo adormecido
Sin alas ni suspiro que no vuela,
Ni deja de inquietar.
Jamás podrá ser borrón y
Cuenta nueva  porque aunque
Dormido, en mi alma quema
De encantos y de penas.
Fue un tiempo que alumbraba
La pasión abriéndose a la vida
Y las palabras llegaban al beso
Y  al asombro donde acarreaban
Fortaleza en nuestro amor.
En el hueco de mi mano posa,
La soledad de esta memoria que
Recurre como un fantasma
Buscando su  crepúsculo
Que no pudo en este
Mundo avanzar.

Como Mariposa

El hombre busca
La libertad del alma
Como vuelo de mariposa
En el viento cadencioso
Que esculpe el transcurso
De la vida.
Alma con alas de mariposa
Que de prisa se ilumina
Contemplando su belleza
Reflejada en la pausa de su prisión.
Liberación de fuego liberado
Buscando paz, buscando gozo iluminado,
Diáfana de ausencia estacionaria
Hacia la luz, hacia la calma
Con sus alas extendidas.
Alma mariposa afanosa espera
Salir o entrar al bosque existencial.
Alma, vida y corazón

Érase una vez el alma
Que prendía de fuego
Hasta quemar el corazón frío
Y rompía el lazo de su sombra
Y le daba cada día más brillo.
Y voló el corazón al viento,
Voló y voló estremecido
Y se convirtió alma en sentimiento,
Voló el corazón enaltecido.
Ahora los dos se anuncian a
La aurora, en un momento
Misterioso de terráquea ilusión,
Alma, vida y corazón.

Corazón Estripitoso

Tu corazón estrepitoso
Calma mis dudas,
Que selvático en mi cuerpo
Lo estremece y lo desnuda.
Juegas al amor salvaje,
Juegas al amor profundo
Y en el indomable tiempo
Has tocado mi amargo mundo.
Tocará su primera vuelta
Tocará muchas más
Porque al rebrote de su luz
No apagará jamás.
Tu corazón estrepitoso
Calma mis dudas,
Amor y amor, oleaje de una
Noche que canta y suda.
La Soledad del Neutrón
Hay tanta soledad en un neutrón
Que en su bamboleo queda
Descargado al aullido de la noche.
Hay tanta soledad en un neutrón
Que al buscar su libertad se sonroja
Ante su vaporosa congoja.
Neutro explotador leal a las tristezas
Dentro de su ilustre señorío,
Soledad que agita a la humanidad,
Sin piedad.
Ardiente naciente nacido elocuente
Soles que fusionan encadenadamente,
Soledad que deslumbra el presente,
Y se arroja.
Fusionados
Entre el lejano pasado y el futuro
El puente itinerario de mi vida,
La viscosa memoria de mi historia
El silencio de la nada en su gloria.
El pasado lloraba impaciente
Pensando a donde él iría y un
Miedo lo embargaba en su mente,
En su rutinario andar día a día.
El futuro fusionado en esperanza
Lo consolaba tiernamente
Atravesando ese sombreado puente
Que lo hizo madurar en el presente.
Y el ahora es un adiós y una ardiente
Bienvenida, el rayo que ilumina
El cielo y la tierra de esta aventura
Hermosa trabajosa y algo dura.


Desdobladamente
El pasado moribundo e inservible
Como mugriento y sarroso eco
Disfuncional quedaba
Al mar abierto
Estrechando su locura.
Envejeció dentro de un velero
De avarientas y febriles criaturas
Que negaban su pretérito
Al terminar su travesía.
Y arrojado al sepulcral oceánico el
Pasado inútil se hundía sin ninguna vela
En las tormentosas aguas
Y sin ancla.
Luego todo se ajustaba al momento
Hasta el hundimiento permanente
Y las marinas espumas
Alejaron la maleza  y reverenciaron
Al presente que desde lejos lo vieron
Venir desdobladamente.

Florecilla de Jazmín

Eclipsante florecilla de jazmín
Brota su aroma encendida
Mientras los soplos del alba
Esparcen su canto blanco.
Terso sueño inconfundible
Que plantó Dios en el jardín
Adorna dulcemente enamorada
Hasta pulir amor y gratitud.
Atractiva espontaneidad del sol 
Que a su cuerpo hace renacer
Con hermosura y sin presunción
Donde hoy es flor, mañana luz.
Ama al aire, ama al amanecer
Y a la tierra que la ve nacer,
Ojos de nácar blanquecinos
Sembrados en pureza derretida.
La voz del grito
Sobre el enorme sigilo de la
Inverosímil noche estrellada
Un grito profundo desde mis entrañas
Pide sin penas ni reproches:
De la palabra el libre pensar
De la vida la felicidad
Del corazón el amor sincero
Del pensamiento su sabiduría
De cada verso su rima existencial
De la historia una leyenda mitológica
De la conciencia la libertad
Del lastimoso viento el olvido
Del verde follaje la esperanza
Del poder su humildad
De la oscuridad la luz
Del mar su quietud
De la agonía la dicha
Un grito que de gozo llora,
Y su voz presente está.

Permite que el céfiro penetre

 

Permite que el céfiro penetre
mi esencia reconciliadora,
que ilumine, irradie mi ser desde adentro del alma.
¡Viento del norte vagabundo, encandilado de sal sublime,
bañado en el fulgor del sol lleno, sutil y depurado
en los secretos de la manumisión
y la espera impacientemente tridimensional!
Penetra, irrumpe, asciende en mi fuego interno,
descubre la travesía oculta de la realidad esplendorosa.
Entona con la señal del cosmos anhelante,
viento de octubre, cruel y desenfrenado,
que mi resuello, ahora convertido en voluntad ferviente,
sea mi resguardo. Acércate,
gnosis que habita en mí, a través del
vasto universo poligonal deslumbrado
por tu profunda generosidad en elocuencia.
¿Con qué intensidad invades y me revelas
los secretos para existir, para desvanecer,
tú, con tu melodía traslúcida y cristalina?
¿Y cómo elevas mi existencia
con un susurro celestial,
en el alba sensible y apasionada,
ante ese puente de luz inalterable
que se conecta sereno frente a mí,
porque en tu compañía tan humana
nada puede oscurecer mi espíritu?
 
 
Let the zephyr penetrate my reconciling essence
 
Let the zephyr penetrate
my reconciling essence,
let it illuminate, radiate my being from inside the soul.
Wandering north wind, dazzled by sublime salt,
bathed in the glow of the full, subtle, and refined sun
in the secrets of emancipation
and the impatiently three-dimensional wait!
Penetrate, burst forth, ascend into my internal fire,
uncover the hidden journey of splendid reality.
Sing with the signal of the longing cosmos,
October wind, cruel and unrestrained,
let my breath, now turned into fervent will,
be my safeguard. Come closer,
knowledge that dwells in me, through the
vast polyhedral universe dazzled
by your profound eloquence in generosity.
With what intensity do you invade and reveal to me
the secrets to exist, to fade away,
you, with your translucent and crystalline melody?
And how do you elevate my existence
with a celestial whisper,
at the sensitive and passionate dawn,
before that unchangeable bridge of light
that serenely connects before me,
because in your so human company
nothing can cloud my spirit?
Ivette Mendoza Fajardo

sábado, 11 de mayo de 2024

En el espejo cabalístico del confinamiento líquido

 

En el espejo cabalístico del confinamiento líquido,
el augurio acuático de pestañeos descubre
el destino de la criatura en donosura,
con su pandereta serpentiforme,
y hebras neurales tejidas de mutismo.
Inmerso en el abismo viscoso sedientamente,
explora los pasillos infinitos de mercurio,
donde cincela su veredicto canino,
su eterna liturgia
a la transparencia divina sempiterna
o a la sátira de orígenes extintos tras la cortina asustada
de corrientes insípidas bañadas en luz forastera.
¡Luz estática de vientos, sabor a sonido dulce!
¿Aguas de frescos romances, perennemente traicionadas?
o el torrente amputado sin ira casual,
que, al buscar, sólo reflexiona sobre el amable reproche.
¿Cómo navegar en la atmósfera de problemas,
en sus espacios sedientos devoradores
de asfixia arenosa intranquila de éxitos astrales?
Descender hasta la cúspide del brillante Olimpo
de la marea indivisible de truenos que envuelve
su soledad impasible, inalterable
en todos los confines de sierpes de sedas milagrosas.
¡Desciende, desciende hasta el abismo de lo desconocido!
 
 
In the cabalistic mirror
 
In the cabalistic mirror of liquid confinement,
the aquatic omen of eyelashes unveils
the fate of the creature in grace,
with its serpentiform tambourine,
and neural threads are woven of silence.
Immersed thirstily in the viscous abyss,
he explores the infinite corridors of mercury,
where he chisels his canine verdict,
his eternal liturgy
to the sempiternal divine transparency
or to the satire of extinct origins behind the frightened curtain
of insipid currents bathed in foreign light.
Static light of winds, taste of sweet sound!
Waters of fresh romances, perennially betrayed?
Or the casually unangry, amputated torrent,
that, in searching, only reflects on the gentle reproach.
How to navigate the atmosphere of problems,
in its thirsty spaces devouring
the restless sandy asphyxiation of astral successes?
Descend to the peak of the brilliant Olympus
of the indivisible tide of thunders that envelops
his impassible, unalterable solitude
in all the confines of serpents of miraculous silks.
Descend, descend into the abyss of the unknown!
Ivette Mendoza Fajardo

viernes, 10 de mayo de 2024

Mis tentaciones de asimetrías aletargadas

 

Mis tentaciones de asimetrías aletargadas son
como una fogata fogosa, taciturna de polinización.
Si una rima arcana y lejana me engaña,
si hay un elemento cataléptico que desova,
si una tristemente despechada y oculta hojalata
saborea el decaimiento de la cicuta virginal,
si hay un mejunje hirsuto de albor en la imprecisa
muerte bilabial de categoría paradisiaca anuente,
yo me enturbio pausada digitalmente y extiendo
mis calibradas ansias hacia el redoble cero de lo sensual.
¿No es acaso el amor el que arde con llamas ardientes?
¡Mis tentaciones de asimetrías aletargadas!
Yo he sabido exclamar al aire signos, gotas por gotas,
mi requiebre suave y dulce de exculpar el universo de las cosas.
¿Cómo puedo liberar la melodía encarcelada en la hojalata?
Cada venidero bisbiseo de calor me dio su ímpetu demencial,
cada tono diacrítico inverso de calamidades
me proveyó su consonancia y me instruyó su piedad acentuada.
Mis tentaciones de asimetrías aletargadas son …
 
My temptations of sluggish asymmetries
 
 
My temptations of sluggish asymmetries are
like a fiery, taciturn bonfire of pollination.
If an arcane and distant rhyme deceives me,
if there is a cataleptic element that spawns,
if a sadly spurned and hidden tin
savors the decay of virginal hemlock,
if there is a hairy concoction of dawn in the imprecise
bilabial death of a consenting paradisiacal category,
I cloud over slowly, digitally, and extend
my calibrated yearnings towards the sensual zero beat.
Is it not love that burns with ardent flames?
My temptations of sluggish asymmetries!
I have known how to exclaim to the air signs, drop by drop,
my gentle and sweet rebuke to absolve the universe of things.
How can I release the melody imprisoned in tin?
Each upcoming whisper of heat gave me its maniacal impetus,
each diacritical tone inverse of calamities
provided me its consonance and taught me its accentuated mercy.
My temptations of sluggish asymmetries are...
Ivette Mendoza Fajardo

jueves, 9 de mayo de 2024

En las penumbras de un horizonte ocioso

 

En las penumbras de un horizonte ocioso,
en el silencio monosilábico de la tarde de ojos pardos,
¿las preguntas engañosas surgen?
se divierten en una esquina madrugadora y entran en mí,
deseosas de intuirme ferozmente.
¿No hay más dudas fieles en un caluroso e ígneo verano?
¡Ni hay factoriales larvadas que proteger contra
las fricativas concordancias,
perennes y hoscas literalmente!
Adelantan, con intentos desmesurados
en lentitudes caviladas,
y se mezclan en el alma,
dagas de titubeos que destruyen y purifican todo.
Saben a qué atenerse justamente,
¿cómo narcotizar nácares entretejidos
ansiosamente días atrás hasta un diametral cansancio?
¡Sin esperar los frutos ostentosos de Afrodita,
ni promesas desordenadas entre manos agrias
a dioses azarosos!
Son esas penumbras inquietas las que me amedrantan
en un jugo de pasamanos confabulados sobre estas frías
noches de letargo agreste,
y en casi todas las orillas de un invierno expeditivo,
me informa la trémula noche que, en su eterna misericordia,
protegerse contra una penumbra granívora
aún significativa,
es el acero frío de la queja intrigante.
 
In the penumbras of an idle horizon
 
In the penumbras of an idle horizon,
in the monosyllabic silence of the evening with tawny eyes,
do deceptive questions arise?
They frolic at an early corner and enter into me,
eager to ferociously sense me.
Are there no more faithful doubts in a hot, fiery summer?
Nor are there larval factorials to protect against
the fricative concordances,
literally perennial and grim!
They advance, with excessive attempts
in contemplated slowness,
and they blend into the soul,
daggers of hesitations that destroy and purify everything.
They know exactly what to expect,
how to narcotize interwoven nacres
anxiously days ago until a diametrical exhaustion?
Without waiting for the ostentatious fruits of Aphrodite,
nor disordered promises between bitter hands
to capricious gods!
It is those restless penumbras that frighten me
in a juice of colluded handovers on these cold
nights of rugged lethargy,
and almost all the shores of a swift winter,
the trembling night informs me that, in its eternal mercy,
to protect oneself against a grain-eating penumbra
still significant,
is the cold steel of the intriguing complaint.
Ivette Mendoza Fajardo

martes, 7 de mayo de 2024

Carromato de barro, sombrío

 

Carromato de barro, sombrío;
flores de aluminio, abrumadas por el espacio,
fingimiento azul en el parabrisas al ocaso.
El último mundo, trágico, de tus idilios
se convierte en un tumulto de almas afligidas.
 
Blanquea tu cadera, rasgada de laberintos,
y tus sienes, dos gladiolos manchados.
Este rencor que albergo, a ti te lo debo—
¿acaso no merodea aquí el acechante de las sombras?
Un dedo lo señala misericordiosamente.
 
Me regodeo, desgarrado en signos;
manos domadas dentro del vientre de un avestruz,
diluyendo sonrisas ciegas.
Sonidos de vientos sin luces se inclinan sobre
el párpado gris; la ansiedad descansa sobre
la predilección encantada de Venus.
 
¡Ah! Una vestimenta musical caída, temerosa,
una molécula sangrienta queda para la posteridad,
saciando una marea de ojos que luchan
por su existencia felina.
Calles que duermen sin piedad, respiran y exhalan,
soltando las cobardías de horas célebres.
 
Contemplar en la oscuridad luminosa
requiere reflexión en tiempos de hambruna digital.
Piernas lisiadas de soledad brillante, cansadas de vivir
en botellas al fondo de un mar de apariencias.
 
 
The cart of mud, grim
 
The cart of mud, grim;
aluminum flowers, overwhelmed by space,
blue pretense on the sunset windshield.
The tragic final world of your romances
turns into a tumult of saddened souls.
 
Your magnificent groin whitens, torn by labyrinths,
and your temples, like two tainted gladioli.
This resentment I harbor, I owe it to you—
does the stalker of the shadows not prowl around here?
A finger points it out mercifully.
 
I revel, torn apart in signs;
hands tamed within the belly of an ostrich,
dissolving blind smiles.
Sounds of lightless winds lean over
the gray eyelid; anxiety rests upon
the enchanted predilection of Venus.
 
Ah! A musical garment has fallen, fearful,
a bloody molecule remains for posterity,
satiating a tide of eyes fighting
for their feline existence.
Streets that sleep mercilessly breathe and exhale,
releasing the cowardices of celebrated hours.
 
Observing in the brightness of darkness
requires reflection in times of digital and appliance famine.
Lame legs of phosphorescent loneliness, tired of living
inside bottles at the bottom of a sea of appearances.
Ivette Mendoza Fajardo

lunes, 6 de mayo de 2024

El ritmo trazador del número gigantesco

 

El ritmo trazador del número gigantesco, diurno y tremebundo
por topografías tan sutiles que ya tuercen el tono griego del
tórax rivalizado
ilustra mis sienes minuciosamente, roba su ritualismo
como investigativas arterias.
Allí los especulativos espejos y los diagramas de luna y computaciones
comulgantes
inmutablemente comulgan la compostura del trueno, allí lo incombustible
de la marquesina difunta
palmea la palestra del oropel al colorido esternón, al pernil de su
pertinaz lámpara.
¡Tonalidad que para mí repercute! ¿Acaso no escuchamos la voz
insistente de Hércules, cargando el peso del cielo en sus hombros?
El ritmo trazador del número es un
Infranqueable reflujo tan desacertado,
es un camarote cabizbajo tan ausente y antedicho que rebalsa la angustia,
que desabriga mi gentileza incoherente y manicorta de un
pernicioso manjar divino.
Otra vez esos retazos homicidas
vengando utopías incautas…
¿Quién dijo que en calma quedara la llama de la foresta?
Escapemos del temor, de celajes rumiantes,
por la opinión quimérica glorificamos esta
hoguera temerosa de cronometraje en serie;
hilaridad del léxico del garrapatear campestre
y si nos hela el valor
en la mitad del camino llevadero
al borde de esa murmuración precipitada
¡Oh perpetuidad del ser!
Camina descalzo, el siglo sustancioso y pueril,
!Vamos de la mano, violácea alborada!
 
 
The rhythm tracing the gigantic number
 
The rhythm tracing the gigantic number, diurnal and tremendous,
through topographies so subtle they already twist the Greek tone of
the rivaling thorax
meticulously illustrates my temples, steals their ritualism
like investigative arteries.
There, the speculative mirrors and the diagrams of the moon and computing
communicants
invariably commune the composure of the thunder, there the incombustible
of the defunct marquee
slaps the arena of tinsel on the colorful sternum, on the ham of its
persistent lamp.
The tone that reverberates for me!
Do we not hear the insistent voice
of Hercules, bearing the weight of the sky on his shoulders?
The rhythm of tracing the number is an
Infrangible reflux is so misguided,
it's a downcast cabin so absent and
aforementioned that it overflows with anguish,
that it strips away my incoherent and
short-handed gentleness from a
pernicious divine feast.
Again, those homicidal scraps
avenging incautious utopias...
Who said that the flame of the forest would remain calm?
Let's escape from fear, from ruminating skies,
by the chimerical opinion, we glorify this
timid bonfire of serial timing
Hilarity of the lexicon of rural scrawling
and if our courage freezes
in the middle of the bearable road
at the edge of that precipitated murmuring
Oh, perpetuity of being!
Walk barefoot, the substantial and puerile century
let's go hand in hand, violet dawn.
Ivette Mendoza Fajardo

domingo, 5 de mayo de 2024

Otra vez está a flor, suspicaz de insomnios

 

Otra vez está flor, suspicaz de insomnios,
¡Cuadriculado con todo un cosmos!
Tus misteriosas cúspides, ¿no lloran acaso en mí?
Entrañas mías, como gacelas ariscas en campos de
turquesas, ahora domesticadas bajo el yugo suave
pero firme de la luna lobulada,
La soledad, un cielo pálido, desencantado,
despliega su vastedad como un lienzo inconocible,
tejiendo el vacío con hilos de plata nerviosos,
que nos abre mundos cíclopes de nuevo,
en la reverencia del tiempo zodiacal.
Es la medianoche que recrea un astro en las
mieles de nuestros sinsabores, en esencia
resurrecta de cíclicos albores.
Vientos, cautivos en el terciopelo gris de decepciones,
susurran secretos antiguos a la desnudez de nuestras soledades abismales.
Ansiedad desanimada, una sombra verde sobre la clorofila vibrante
—peces plateados nadando contra la corriente de mi espíritu inquieto—,
Huesos encendiendo lágrimas como faroles en la penumbra,
desenraizando mis despertares, esclavizados a vértigos roídos
que vagan sin brújula por mapas tornasolados,
Elíxires de pánicos, cocidos en el crisol de ninfas ilusionistas,
dulces y traicioneras como el primer albo de un sueño interrumpido,
En la mañana de blancura carnal, donde la luz desvela
los contornos del deseo, o en la fulguración de motivos olvidados,
como estrellas fugaces en la memoria,
¡Amor, ríete de este combate pecaminoso y altisonante!
 
 
Again, it blossoms
 
Again, it blossoms, suspicious of sleeplessness,
Squared with an entire cosmos!
Your mysterious peaks, do they not weep in me?
My entrails, like skittish gazelles in fields of
turquoise, now tamed under the soft
yet firm yoke of the lobed moon,
Loneliness, a pale, disenchanted sky,
unfurls its vastness like an unknowable canvas,
weaving the void with nervous silver threads,
opening up cyclopean worlds anew,
in the reverence of zodiacal time.
It is midnight that recreates an astro in the
honeys of our bitterness, in essence
resurrected from cyclical dawns.
Winds, captives in the grey velvet of disappointments,
whisper ancient secrets to the nakedness of our abysmal solitudes,
Disheartened anxiety, a green shadow over vibrant chlorophyll
—silverfish swimming against the current of my restless spirit—,
Bones igniting tears like lanterns in the gloom,
uprooting my awakenings, enslaved to gnawed vertigos
that wander without a compass through iridescent maps,
Elixirs of panics, brewed in the crucible of illusionist nymphs,
sweet and treacherous as the first dawn of an interrupted dream,
In the morning of carnal whiteness, where light unveils
the contours of desire, or in the flaring of forgotten motives,
like shooting stars in the memory,
Love, laugh at this sinful and sonorous combat!
Ivette Mendoza Fajardo

Manivela presuntuosa

 

Manivela presuntuosa, expatriada y remunerada en mis ansias;
cada vez que se movía, la pena mantenida, tus ojos azabaches,
mi vientre de seda pinchaba en la nada resbalosa y vertiginosa,
y colágenos murciélagos, o en la muralla que graciosamente cae,
donde se filtra el abismo complaciente de los siglos,
en las horas más precisas, emergías tú.
Allanas como caballito del mar, broche de mi alma;
hasta cuando la sintaxis femenina, de contorno reluciente y salpicada,
de pronto, a su manera, se acomodaba
pudiéndose decir tu dialecto carmesí.
¿Acaso solo había que llenarse de aprensión?
entre el azul del tiempo regalado del mentol
y tu lóbrega armadura.
Suave brinco, cálido y alborotada joya,
para tan duro meollo, penetrante tu mirada.
 
 
Presumptuous crank
 
 
Presumptuous crank, expatriated and remunerated in my yearnings;
every time it moved, the sustained sorrow, your jet-black eyes,
my silken belly would prick in the slippery, vertiginous void,
and collagenous bats, or on the wall that gracefully falls,
where the accommodating abyss of the centuries is filtered,
at the most precise hours, you would emerge.
Your smooth things over like a seahorse, the clasp of my soul;
until when the feminine syntax, with a gleaming and speckled outline,
suddenly, in its way, would settle down
making your crimson dialect discernible.
Was it just to be filled with apprehension?
between the gifted blue of menthol time
and your gloomy armor.
Soft leap, warm and tumultuous gem,
for such a tough core, penetrating your gaze.
Ivette Mendoza Fajardo

Laudes en un ámbito inaudible

 

Laudes en un ámbito inaudible, figuras forzadamente esculpidas,
brotan de la mente nublada, ese cerebro envuelto en bruma.
La neblina, satisfecha, crece intensamente,
como el aroma de la astronomía, con fragmentos de constelaciones
sobre la superficie fértil de cables fraternos
y palancas melancólicas.
 
Minutos de angustia y vapores emergen de oídos grotescos,
mientras burlas de una artesanía tosca rasgan
los tules de un bronce entusiasta:
son las oscuridades frenéticas del álgebra,
que, con los símbolos inequívocos de su tarea burocrática,
ralentizan el magneto versado en una magnolia mortuoria
y en la plata volátil arrancada de los despojos de la posguerra.
 
¡Ah! Notas marginales de lo que vendrá tras una madrugada tóxica.
Como una hora repugnante, los rizomas intimidantes en
un hemisferio enfermo de aroma a madera oscura
y los pasquines lagrimosos proclaman la victoria,
listos para adornarse con elegancia para una celebración explosiva.
 
Persiste en la búsqueda sobre la magnetita caliente en la neblina,
como sobre un herraje adormecido de gemas impecables;
se mueven como castores a través de un cataclismo de pensamientos maduros.
 
 
 
Praises of inaudible scope and forced figures
 
Laudes in an inaudible realm, figures forcibly sculpted,
emerge from the clouded mind, that brain wrapped in mist.
The fog, content, grows intensely,
like the scent of astronomy, with fragments of constellations
on the fertile surface of fraternal wires
and melancholic levers.
 
Minutes of anguish and vapors rise from grotesque ears,
while mockeries of coarse craftsmanship tear
the veils of an enthusiastic bronze:
they are the frenetic darknesses of algebra,
which, with the unequivocal symbols of its bureaucratic task,
slow down the adept magnet in a mortuary magnolia
and in the volatile silver stripped from the postwar spoils.
 
Ah! Marginal notes on what will come after a toxic dawn.
Like a repugnant hour, the intimidating rhizomes in
a sickly hemisphere of dark wood scent
and the tearful placards proclaim victory,
ready to adorn themselves elegantly for an explosive celebration.
 
Persist in the search for the warm magnetite in the mist,
like over a dormant fixture of impeccable gems;
they move like beavers through a cataclysm of mature thoughts.
Ivette Mendoza Fajardo

jueves, 2 de mayo de 2024

Si la soledad, tintada de escarlata

 

Si la soledad, tintada de escarlata como agua y volátil como el fuego,
enciente la desolación en el alma de mi cactus.
Encerrada entre dos lápidas, mi piel revela su desnudez liberada,
mientras ecos insomnes resuenan interminablemente.
¿Acaso no brotó de la sombra de su arcilla originaria?
Constelaciones de serpientes, resonando con sus cascabeles,
desvelan las hojas ocultas del desamor apenas insinuado.
¡Frutos desvanecidos brotan en la traición de mi sangre!
Soledad profunda, desafiando el polvo de mis convicciones arraigadas,
fluctuante y efímera, horadando palabras quebradas.
Una vez fui el fulgor jubiloso de un elemento extraño,
golpeándome el pecho contra los límites tangenciales de la luz.
¿Sabes más de mi tormento retorcido, imbuido de alcanfor?
¿Quién proclama que escribimos para replicar la ciencia
de un castigo inmaculado y sus nobles repercusiones?
Un pie teme la dilatación del tiempo,
solitario y nocturno, en su búsqueda de desdicha
dentro de la caja de Pandora. La catarsis de Euclides
que renace fervorosamente en sus propias lágrimas,
y se adueña de la marea tranquila de sus plenilunios.
La tarde, prolongada en soledad, se detiene para orar y reposar
con su voz más gélida, mientras la espina traiciona
sus fríos pasos en el oscuro manantial.
 
If loneliness, tinted scarlet
 
If loneliness, tinted scarlet like water and volatile as fire,
ignites desolation in the soul of my cactus.
Enclosed between two tombstones, my skin reveals its liberated nudity,
while insomniac echoes resound endlessly.
Did it not sprout from the shadow of its original clay?
Constellations of snakes, resonating with their rattles,
unveil the barely hinted leaves of unlove.
Faded fruits sprout from the betrayal of my blood!
Profound solitude, challenging the dust of my deep-rooted convictions,
fluctuating and ephemeral, piercing broken words.
Once I was the joyful glow of a strange element,
beating my chest against the tangential limits of light.
Do you know more of my twisted torment, imbued with camphor?
Who claims that we write to replicate the science
of an immaculate punishment and its noble repercussions?
A foot fears the dilation of time,
solitary and nocturnal, in its search for misfortune
inside Pandora's box. The catharsis of Euclid
that fervently reincarnates in his own tears,
and takes possession of the tranquil tide of his full moons.
The evening, extended in solitude, stops to pray and rest
with its coldest voice, while the thorn betrays
its cold steps in the dark spring.
Ivette Mendoza Fajardo