A media noche en el arrumaco del alba
A media noche en el arrumaco
del alba
donde el árbol luminoso
muestra su fragilidad
y el golpe bifurca su estertor gateando,
recuerdo el beso desconsolado
desde tu alma
y el desamparo de su sombra
oxidada
el sabor de las resecas
esperanzas
masculladas con el entrecejo
de proposiciones
en esas noches de cobalto que
te busca en silencio
con la pulcritud quemada de
un sepulcro trashumante
y la cortesía anémica de los
muertos psicodélicos.
Ivette Mendoza Fajardo