Sepulcro del Húmico Recreo
Deseaban reconducirse
al lecho
sinalagmático de las
polémicas.
Rompiste la cruzada,
la tarabilla indeterminada
en un firmamento
semiplano de engaños.
¿Por qué referir a un
festín aleatorio
si las ondas
sensoriales se intensifican en tu vestimenta hueca?
Extrae la cuchilla de
la piedad vengativa,
el santuario de
escopetas observantes profana,
ellas hablan,
repeliendo al puma atrabiliario,
las láminas de la
anticipación final se traicionan entre sí,
la astucia del
suplicio agropecuario reprime
el metal de su
descendencia.
¡Marcha con ellos,
marcha con ellos!
Acógelos hasta el
contento:
hasta el sepulcro del
húmico recreo.
¿Qué criaturas
iracundas pronuncian el lamento idéntico?
¿Siempre el humor
exiliado envolverá este aleteo?
Careta: cría de una
imagen extremosa, figura contenciosa,
insensibilidad en
elipsis de un grito desviador e interpretativo.
¿Acaso declaraste que
sonreiría en la bruma del sarcasmo?
Ivette Mendoza Fajardo
