Tigrillos rojos en sus ojos recapitulan
las madrugadas
Calculando las voces soñolientas de baldosas
difuntas
Las campanas palpan los frutos y
palpan lo invisible
El cielo sube hasta tus labios, me
ahogan y caigo al sinfín
La noche era como el mirar de una
diosa inmarcesible
Reinventar una vez más el mundo
ahora bajo el mármol
Me basta lumbre de coral para que mi
alma se emocione
Para esperar siempre lo que nunca
llega, azotando vidrios
Levito y gravito alrededor de las
mariposas que me abrazan
La brisa estaba congelada en la luz
de la humanidad
Mis torres que crecen, construcción
en viento sobre viento
Y a partir de tu respiración nace la
mentira más triste
Y el goce de perderse en el
durmiente sol anaranjado
Tu corazón lleno de una nueva vida en
su palpitación fragor
Por las puertas de la luz entro y la
locura es igual a la sabiduría
Porque todos los colores brillan más
intensamente
La vida reparte libretos y escenas
de fuegos vagabundos
La luz de tu perfil descubre la
lenta orilla de mi rio de ambrosía
Las ventanas hacia nuevos horizontes
para bañarnos en
Arcoíris diferentes.