Una caricia de cristal en un ensueño
asfixiante
¡Comprensión! De mariposas, por fin
libres
El tiempo me ha recorrido a mar
abierto
Y el mundo brinda con su copa de
Merlot
Llora la lágrima del deseo, se
vierte
Como lento manantial, se oscurece tu
mirada
Nuestros cuerpos son sensibles, se sumergen
En la escarcha efímera del universo
acuoso
Silenciados más allá en su lento descender
Y buscan deseos en su mente de abenuz
Para ahondar raíces y elevar sus
ramas
Que nos hacen sombra entre los
arbustos
Nada hay de diferente, abre la
estancia estambre
¡Comprensión! De
mariposas, por fin libres
Al otro lado del miedo, la única razón
para vivir
Con pasos taciturnos es hacer
temblar la ira
En su razón del
hielo
Ivette Mendoza