Del viento y penumbra
en cada grito desvela el pavor
de los ojos floridos
Dentro del calendario
entre los cordeles del tiempo
se abren las puertas cobrizas
con una luna con vida
convida fértil y doliente
enjoyando su melena caníbal
En mi cuerpo
el sexo imaginario de la noche atrevida
desecha el suspiro ensordecedor
pronunciando el
fin
que fue capaz de vencer
lo ya vencido
Ivette Mendoza