Bajo el humo espasmódico, la brújula de la palabra es
La flecha animada para tan esperanzador manuscrito
Soportaban los puntos sucesivos y la vida que precedía
En las formas rigurosas, precedían desde pantanos
De fragmentos encarnados y caducos entreabiertos.
En la idea de plomo, asistían al nacimiento de su equilibrio
Articulado por todo lo que estallaba al comienzo se
Abarrotaban poderosas y dormidas que merecían
De un soplido casi representando su tardío esfuerzo, piensa
Para reordenar sus nortes y ajustar las turbulencias.
Primera oportunidad deseaban conocer las garras
Del reloj cadavérico que esperaban que cayera moribundo
Por eso la palabra levitaba caliente y fatigada recorría
El suspiro vitral de su ronca voz, sí, de su ronca voz.
Ivette Mendoza