Soledad inmutable elevándose a un cielo pitiminí
Soledad inmutable
elevándose a un cielo pitiminí
como pájaro que
desparece en el horizonte.
Paisaje exótico
ameniza el almodóvar del alma
cuando en su
vacío frígido pierde su moldeada arcilla.
Rezume el
agua y aclara la razón
en el contornear
del tiempo empíreo.
Dulce
cerbatana como alfaguara ornamental
por la
eternidad hiperbórea propagando melodías
idílicas que
están a punto de ascender hacia
el sueño
omnipresente de un otoño ignoto.
Ivette Mendoza Fajardo