Suspira pergaminos el sol trompeta,
gorjeo de guijarro intermolecular
que asombran picos lánguidos en primeras unciones,
el agraz tronco de naipes que alfaguaras entierran
cárceles aladas.
Me retienen hacia sus reinos entre bastidores
cuadrúpedos,
siempre evaporándome en la noche deambulo en esternón
importante,
arrebatando surcos en las páginas del cumpleaños al roce de
la mente,
trituro ejemplos por estómagos complacientes jugadores
de casinos,
tabulando mis avergonzadas manos exiliadas de piel
periodista hilvanadas…
todas las banderas mis calcetines rotos liberoleñosos,
cual nuez peroxidada apunta concurso técnico ante rareza
vidente…
arriesgando tras los lienzos la carne pensadora que
serpientes columpia,
en mi aventura untuosa frugívora recitó silbidos
epopéyicos digitales,
de largometraje desenchufando perdices como orígenes
penitentes,
zurciendo ideas de labios en la luna negra y pantano
sincrético,
regresa mecanografiada piña colada honrífica del mañana como chispazo
de pizza manirrota.
Ivette Mendoza Fajardo
gorjeo de guijarro intermolecular
que asombran picos lánguidos en primeras unciones,
el agraz tronco de naipes que alfaguaras entierran cárceles aladas.
Me retienen hacia sus reinos entre bastidores cuadrúpedos,
siempre evaporándome en la noche deambulo en esternón importante,
arrebatando surcos en las páginas del cumpleaños al roce de la mente,
trituro ejemplos por estómagos complacientes jugadores de casinos,
tabulando mis avergonzadas manos exiliadas de piel periodista hilvanadas…
todas las banderas mis calcetines rotos liberoleñosos,
cual nuez peroxidada apunta concurso técnico ante rareza vidente…
arriesgando tras los lienzos la carne pensadora que serpientes columpia,
en mi aventura untuosa frugívora recitó silbidos epopéyicos digitales,
de largometraje desenchufando perdices como orígenes penitentes,
zurciendo ideas de labios en la luna negra y pantano sincrético,
regresa mecanografiada piña colada honrífica del mañana como chispazo
de pizza manirrota.