Supernova pestífera de baldosas boquiabiertas
Supernova pestífera de
baldosas boquiabiertas.
Estranguló en melancolía la
flojera entontada,
venerabilísimo y desarropado
este eslabón confabulado
que ara por su piel un jardín
inmoral,
como peces sufridos
encandilándolos de gestos.
¡Quién inventaría el arqueo
de la calentura y del revoloteo,
de su ancha postura
desmenuzada en numerosas lunas
absolutas bajo el
estremecimiento totalitario del aguacero!
Tienes dentro de ti la
obsesión predestinada de tus pestañas
afligidas holladas de
universos del menester elemental.
Correteas por la estancia envuelta
en piernas de serpientes
mordisqueadas por las hienas
de una pretensión a la nueva ola.
Maligno este cuchillo
abrumador.
La ecuación sabe de ti, pero
tú sabes más de ella
al saltar esa voluntad
quántica y conquistar su orilla amilanada.
Alianza ineludible, poderío
de la sangre del destierro de cebolla,
toros concientizando y
tragando su teocracia matemática.
Ladrillos bramadores, que
todos soñamos por el juego de la salvia.
Ivette Mendoza Fajardo