Pulsaciones Polinizadas
Mezcla su gradiente cegador, reverdecido,
sobre la existencia de humos positivos e
iracundos.
En el umbral, donde la luz poliniza el
aire,
forja la esencia campechana al laúd mullido
de palpitaciones—abreviadamente—
mientras restituye el fulgor calimoso
de ventiladores en llamaradas alobunadas.
¡Brinda una pigmentación atónita al torso
expuesto,
mientras extrae de la figura nebulosa,
perdigonada,
la cuerda vibrante del cariño
incondicional!
Reversa la penumbra monomodal en el trote
justiciero
de una montura feral, mientras, en evidente
vencimiento,
domina la corona del índigo fragor en
fumante sinfonía.
Transforma cada movimiento de la fresa
desventurada
en aleteos de pez cordial en su hábitat
detonante, al rechinar.
Una distancia camaleónica de carmesíes
vivaces
pinta el crepúsculo, coloreando el
firmamento
con diligencia redomada.
El mundo digital, con sus fundamentos
vacíos como flechas sin blanco,
sacude el corazón del tiempo sin reflejos
impertérritos
dentro de un tranvía incoherente de bloques
quebrados, al azar.
Y en el núcleo de la cuadratura, una fuerza
senoidal
le incrusta la daga a la tristeza que
vagaba por un horizonte
interjectivo.
Ivette Mendoza Fajardo
