Margen original de la luz,
geranio abierto que a la mañana
vuelves llamarada
y que al espíritu cambias con cíclico sentido:
llego a buscar palabra y fundamento
más en el firmamento:
texto del amor que me soporta,
visión de claridad en constante movimiento.
geranio abierto que a la mañana
vuelves llamarada
y que al espíritu cambias con cíclico sentido:
llego a buscar palabra y fundamento
más en el firmamento:
texto del amor que me soporta,
visión de claridad en constante movimiento.
El hundimiento de mi cuerpo dentro
de la paz social,
su lucha incansable en batallas de
tortillas, su obsesión
coloquial y su velamen sollozante.
El triángulo acuoso de un petate
afligido que en seguida
derrama hacia al ocaso.
Tragaluces a mí alrededor y gritos
de su luz intransigente.
Nunca hay nada a la diestra del
sueño roto
Nunca falta el reinvento de mi risa
transitoria
Nunca llega el orgasmo de mi voz desnuda
Nunca falla mi cuerpo invocando oír
el murmullo de la brisa
Es efímera la transparencia del aire
en la música rancia de
mi alma.
Nunca, nunca jamás se unen los besos
asimétricos ni su
fragancia infeliz.
Ivette Mendoza