jueves, 7 de agosto de 2014
Tierra bronceada
Luna dorada, tierra bronceada
Mañana pura, piel frescura.
Beldad cierta, vida despierta
Fragor, sabor, dolor
y amor.
Tierra de alma abierta
Canta de una forma secreta
Al aire que respira y admira
Y vive y sobrevive viviendo
Y canta y sigue cantando.
El astro rosado
El astro rosado mudaba en sueños
en
El cielo despierto de un tiempo
de seda y
Cabalgaba por la dulce
cordillera:
De vidas sorpresas
De purezas floridas
De tierras a colores
De ríos de frutas
De líquida luz
De la sustancia insostenible
De hechos helechos
De insectos arcoíris
De caracoles luminarios,
Se abría de día y de noche
A perseguir las almas
En penas y las transformaba
En perlas criaturas.
A Rubén Darío
Dio su gloria y alma en letras.
Su pluma delineó sus sueños
En poesías, pintándolas de
Fluidas rimas asonantes y
Consonantes con matices
multicolores.
¡Se oyen, se escuchan
Sus claros clarines de
Simétricas melodías!
¡Oh!,
Príncipe de las letras
castellanas
Alumbras los castillos estelares
Y desde arriba con tu frente
Y puño en alto sostienes
La mullida luz de la victoria.
La historia recita tu lírico
triunfo
Saludando la bandera azul y
Blanco.
Y ahora tu memoria
Arde y abre paso
Entre lagos y volcanes hacia la
Literaria inmortalidad.
Mi enigma
Habré de saber a qué he venido
A la vida,
Me pregunto reflejada a mis
imágenes
A las que no puedo reconstruir.
Todo empezó cuando el barranco
De mi memoria hacía preguntas.
Esa sombra me perseguirá hasta
en
El interrogante ocaso aun cuando
Se oculten los sonidos de mi
carne.
He esperado tanto la antigua
historia
Del espinoso camino y no fluye
nada
En su reflejo.
Quizás fui sazonada de antemano.
Quizás yo no era nadie.
Quizás sea un enigma.
China Sea
Después de haber visto vasta
inmensidad,
No solo mis ojos quedaron
extasiados
Sino llenos de aprensión.
Batallones de aguas que de lejos
Miran con locura.
Inocente y perversa arcana que
en
Su garganta se traga la vida
humana.
Ilusorio azul, tersa bruma que
venciste
La espada mandarín, algo que
sucedió
Ayer y sucede ahora.
Contaba mis horas volando sobre
tus
Tenebrosas aguas y valoraba mi
preciosa vida.
Pero un monje me confesó que no
Era ni tan amorosa ni tan
vengativa,
El conocía todas sus pericias.
Algo, algo me movía a seguirla
Contemplando, como qué con
Mis ojos al hundir en ella
Querían descifrar su húmedo
universo.
Luego elegí darme por vencida
No podía guerrear con ella ante
Sus desmedidos secretos y
misterios,
Yo era no más una aguja en un
pajar.
Inmigrante Nica
Inmigrante sin terruño
Inerme sobre el nuevo suelo,
Detrás quedó la vieja puerta
Empapada en llanto y sudor,
Se apagó el aroma
De sacuanjoches silvestres
En el silencio azur de lagos y
Volcanes.
Inmigrante sin terruño
Inerme sobre el nuevo suelo,
De añoranzas extraviadas
Cargadas van las maletas
Que esperan promesas
O tristes fríos vacíos.
Recurre
En el hueco de mi mano posa
Un recuerdo adormecido
Sin alas ni suspiro que no
vuela,
Ni deja de inquietar.
Jamás podrá ser borrón y
Cuenta nueva porque
aunque
Dormido, en mi alma quema
De encantos y de penas.
Fue un tiempo que alumbraba
La pasión abriéndose a la vida
Y las palabras llegaban al beso
Y al asombro donde
acarreaban
Fortaleza en nuestro amor.
En el hueco de mi mano posa,
La soledad de esta memoria que
Recurre como un fantasma
Buscando
su crepúsculo
Que no pudo en este
Mundo avanzar.
Como Mariposa
El hombre busca
La libertad del alma
Como vuelo de mariposa
En el viento cadencioso
Que esculpe el transcurso
De la vida.
Alma con alas de mariposa
Que de prisa se ilumina
Contemplando su belleza
Reflejada en la pausa de su
prisión.
Liberación de fuego liberado
Buscando paz, buscando gozo
iluminado,
Diáfana de ausencia estacionaria
Hacia la luz, hacia la calma
Con sus alas extendidas.
Alma mariposa afanosa espera
Salir o entrar al bosque
existencial.
Alma, vida y corazón
Érase una vez el alma
Que prendía de fuego
Hasta quemar el corazón frío
Y rompía el lazo de su sombra
Y le daba cada día más brillo.
Y voló el corazón al viento,
Voló y voló estremecido
Y se convirtió alma en
sentimiento,
Voló el corazón enaltecido.
Ahora los dos se anuncian a
La aurora, en un momento
Misterioso de terráquea ilusión,
Alma, vida y corazón.
Corazón Estripitoso
Tu corazón estrepitoso
Calma mis dudas,
Que selvático en mi cuerpo
Lo estremece y lo desnuda.
Juegas al amor salvaje,
Juegas al amor profundo
Y en el indomable tiempo
Has tocado mi amargo mundo.
Tocará su primera vuelta
Tocará muchas más
Porque al rebrote de su luz
No apagará jamás.
Tu corazón estrepitoso
Calma mis dudas,
Amor y amor, oleaje de una
Noche que canta y suda.
La Soledad del Neutrón
Hay tanta soledad en un neutrón
Que en su bamboleo queda
Descargado al aullido de la
noche.
Hay tanta soledad en un neutrón
Que al buscar su libertad se
sonroja
Ante su vaporosa congoja.
Neutro explotador leal a las
tristezas
Dentro de su ilustre señorío,
Soledad que agita a la
humanidad,
Sin piedad.
Ardiente naciente nacido
elocuente
Soles que fusionan
encadenadamente,
Soledad que deslumbra el
presente,
Y se arroja.
Fusionados
Entre el lejano pasado y el
futuro
El puente itinerario de mi vida,
La viscosa memoria de mi
historia
El silencio de la nada en su
gloria.
El pasado lloraba impaciente
Pensando a donde él iría y un
Miedo lo embargaba en su mente,
En su rutinario andar día a día.
El futuro fusionado en esperanza
Lo consolaba tiernamente
Atravesando ese sombreado puente
Que lo hizo madurar en el
presente.
Y el ahora es un adiós y una
ardiente
Bienvenida, el rayo que ilumina
El cielo y la tierra de esta
aventura
Hermosa trabajosa y algo dura.
Desdobladamente
El pasado moribundo e inservible
Como mugriento y sarroso eco
Disfuncional quedaba
Al mar abierto
Estrechando su locura.
Envejeció dentro de un velero
De avarientas y febriles
criaturas
Que negaban su pretérito
Al terminar su travesía.
Y arrojado al sepulcral oceánico
el
Pasado inútil se hundía sin
ninguna vela
En las tormentosas aguas
Y sin ancla.
Luego todo se ajustaba al momento
Hasta el hundimiento permanente
Y las marinas espumas
Alejaron la maleza y
reverenciaron
Al presente que desde lejos lo
vieron
Venir desdobladamente.
Florecilla de Jazmín
Eclipsante florecilla de jazmín
Brota su aroma encendida
Mientras los soplos del alba
Esparcen su canto blanco.
Terso sueño inconfundible
Que plantó Dios en el jardín
Adorna dulcemente enamorada
Hasta pulir amor y gratitud.
Atractiva espontaneidad del
sol
Que a su cuerpo hace renacer
Con hermosura y sin presunción
Donde hoy es flor, mañana luz.
Ama al aire, ama al amanecer
Y a la tierra que la ve nacer,
Ojos de nácar blanquecinos
Sembrados en pureza derretida.
La voz del grito
Sobre el enorme sigilo de la
Inverosímil noche estrellada
Un grito profundo desde mis entrañas
Pide sin penas ni reproches:
De la palabra el libre pensar
De la vida la felicidad
Del corazón el amor sincero
Del pensamiento su sabiduría
De cada verso su rima
existencial
De la historia una leyenda
mitológica
De la conciencia la libertad
Del lastimoso viento el olvido
Del verde follaje la esperanza
Del poder su humildad
De la oscuridad la luz
Del mar su quietud
De la agonía la dicha
Un grito que de gozo llora,
Y su voz presente está.