Alborotada y exótica alegría
Exaltación del tiempo y sus goces
Ingrávida, en su música enterrada
Revela su gracia tocando clarinete
Como en la diestra de su dios
guitarra
Espléndida, sin aprensión ni miedo
Ni el medio punto más vitral-diéresis-
La detiene en su espejismo musical
De recuerdos, en finitud de nombre
Es el símbolo más simbólico en Do
Dio color, sabor, olor más afectuoso
Honda partitura del amor y armonía
En sus mirtos con notas consonantes
Y sobre franelas infinitas
intrincadas
Ivette Mendoza