Conglomeración raquítica de piedras hipo
frénicas
Razón pagana en timideces selectas y
malolientes
Ruboriza instantes de diamantes en
seda planetaria
Idiotez implícita levanta sentimiento
idóneo
En idea empequeñecida vestida en
armadura obispal
Duda que invade lo antes dicho en la
cima de una
Aurora apasionada del mundo polífono
musical
Sobre carga de energías dispuestas a
rodar, a
Construir, a soñar, a calentar el
retórico rezo de
Mi entendimiento de guitarra acústica, de piano y violín
Oleaginoso secreto de una gruta animalesca,
Serpenteante monumento que entra
confuso
A la razón, silencio en su ordenanza
binomial
Golpetea anhelos, dichos, cuernos
temores y
Sonrisas para impregnar corazones
nardos
Remeda al madrugar urgiendo
esplendor lapislázuli
Esporas incansables desangeladas de
caricias
Hiperactivas dispuestas a
intercambiar edén dentro
De pensamientos desalentados de tecnología
En su modus operandi rebosa
filigrana en
Una rosa a rendirse ensombrecida y cataléptica
Animación de tu cuerpo mítico de
mirra y cenizas
Debatimos muñecos
de papel requesón de
Puente desmuelado, pomelos de ilusión
gótica
Malnutrido celaje en la cuerda
tuerta y feliz
Xeroftalmía patogénica del alma disgusta
en
Su lecho caluroso a corazón de hilos
y ribetes
Ivette Mendoza