Hoy me acuna el juramento holístico de la patria desidiosa
Hoy me acuna
el juramento holístico de la patria desidiosa para corroer la palabra escarlata
de la lágrima, que el álgebra del firmamento se haga solamente para
contabilizar la sapiencia de una añoranza de trigo que insuflada atrapa la
substancia viscosa de mi sombra. Cruje sonámbula el arpa de un guerrero lleno
de polillas para cambiar mi recelo entre las cuerdas inconsolables. Me zambullo
en el manantial donde los duendes lavan sus espíritus, con su plétora de
inciensos y sedas verdes y ungidas al
dios amen. Que se moje mi alma con el licor pecaminoso de las constelaciones antediluvianas
encaminadas hacia la eternidad. Una pestaña planetaria saltando las trompetas apocalípticas
y ve
el sueño en ángel
triste del creador que no florecerá. Pon fin, a esta herida que me carcome mi corazón
de dolor, que se apague el fulgor de su silbido satírico y aterrador, pero enciéndeme
una estrella poderosa con esperanza explosiva para morar en los cielos
demenciales del amor.
Ivette Mendoza Fajardo