Timón de glorioso encanto
Timón de glorioso encanto y silencios en
tregua
viene a quebrar
la marea opaca.
El faro ávido del sosiego
arde despechado en mi vértigo,
con un semblante hueco y salobre.
Bajo el airado navío y la bruma sin proa
ni popa,
zozobran mis deseos en truenos de campanas náuticas.
Mis espectros de hierro enojado
recorren vueltas sin forma,
mientras gaviotas y vigilias palpitan en
aguas sin decoro.
En mis costados, rompebrújulas me hieren
los calendarios que desprenden clamores.
Nado para descifrar, en el oleaje que mira
en celo,
ese tono incierto
del que soy apenas sombra, un mar
desconsolado
y ancla convulsa que se bambolea dentro de
mí.
Ivette Mendoza Fajardo