El crepúsculo fragmenta en el látex oscuro
El crepúsculo fragmenta en el látex oscuro
que entrelaza
intermitente al amanecer,
sobre una percepción
de cielo colosal,
y nos convence diametralmente a la insistencia
del misterio, al despertamiento del vivir.
En un
instante, el deleite, el júbilo,
o la tan
extasiada caricia y el beso,
los encantos,
la remembranza, la luna
las
melodias, el lloro, los tropiezos
han palpitado allí lo efímero del alma
y tú ahora
despierto en el corazón,
volviendo a la gran travesía de la vida...
como la sensación
extraña de un hechizo…
Ivette Mendoza Fajardo