La mano estridente
La mano
estridente ojerosa
o la ojiva perceptible,
el bautizo
del dédalo
hecho de mutilaciones
y auroras.
El dedal sin
el bejuco travieso,
el goterón obstinado,
el antifaz
el tapete,
el hechizo,
el baúl de espectros
y aserrín fanático
el crucigrama,
el cristal disponente…
el alma fría
o el miedo pedaleando
empieza la
zozobra en probables
berridos, cuartea
una lágrima,
meneándose
un poco, menguada
en cada desdecir.
Ivette Mendoza Fajardo