Tararea remolino acusador con pasión de espacio deformado
Tararea remolino acusador con pasión de espacio
deformado tan intenso y tan libre mórbidamente
implícito en el espectro de la realidad, donde pasan
los días en atoramientos giratorios de danza
insospechada
y yo allí permanezco extenuada reciclando tus pensamientos.
El pasado levantaba recuerdos putrefactos que se
perdieron
como líneas curvas hacia el infinito, con un coraje de
muerte
y resabio, preguntando sí el silencio fuliginoso
quedaba
atrapado dentro de un esquema que daba inicio a un
torbellino
de cosas, ellas golpeándose en el viciado aire de las
quimeras.
¡Contento está el mundo cuando siembra tu pecho silvestre
mieses y sueños!
Mi existencia que ya sólo es un sueño disipado en la nirvana claroscuro
de mi soledad eterna, va resucitando afectos y
sentimientos instaurando
la mirada destellada en tu sonrisa, por eso he de
esperar el día
en que mi alma ahogue las penas para sentirse sublime,
como esencia
vertidamente pura.
¿Cómo muere o revolotea un destino con golpes de estío
dentro del génesis
de una sombra comprometida ya sin objeción alguna y que con su albedrío
hizo chocar la noche contra la luz? ¡Ah quizás lucha en paralelas imprevistas
para abrirse paso, pero fracasa en el intento!
Ivette Mendoza Fajardo