Por el norte del silencio enmagrecido de capitaneo absoluto
Por el norte del silencio enmagrecido de
capitaneo absoluto
y en la abdicada corona de su
mirada relativista,
las noches se despintan sin
pompas amaestradas
y los días se enredan en las enormes y combativas
junglas de alquitrán entre
latidos inquisitivos del desuso.
En el liderazgo de la hormiga
enmudecen las voces
de los mares democráticos con
rectitud manchada,
dormita la resaca de su
cariño irremediablemente.
Se avergüenzan los votos
electorales de la frialdad
dentro de sus maquiavélicas
piruetas malheridas,
entorpecen aún más las muecas desahuciadas de los votantes.
Cleptómanos, rigurosos;
muertos en escarmientos.
Y al fin y al cabo, en el
delta de mañanas agobiadas,
verrugas de repúblicas
gimotean como niños perdedores
con sus almas casi
despedazadas metódicamente,
–y la vida de sus festines ahogada en ilusiones demacradas-
Ivette Mendoza Fajardo