Viva la tierra del corazón pinolero
donde Dios vence las tinieblas
y escucha a su pueblo el clamor de
ser libre,
rompiendo las cadenas de la
serpiente opresora.
Viva el corazón pinolero en años
venideros.
Viva este grandioso despertar de pueblo oprimido,
nomás Daniel Ortega ni Rosario
Murillo.
Viva la tierra del corazón pinolero rejuvenecido
de esperanzas
y su masiva manifestación de amor,
somos una sola bandera azul y blanco
hacia la bienaventuranza.
Viva el cenzontle que vuela con
sus alas quebrantadas
propagando la liberación de la nación,
sembrando unidad y conciencia
en los cercenados sueños azules por
el dictador.
Vivan las calles benditas que el
pueblo ha recuperado.
Viva el Momotombo que ruge en
nuestro ser interno, el
que dio el golpe azul y blanco a la
magia, al esoterismo
y las fuerzas oscuras del
orteguismo.
!Oh Dios! envuelve a tus hijos nicas
en tu blanca luz,
envuélvenos en tu misericordia
con Jesús nuestro libertador.
Ivette Mendoza