Galaxias en Refilón
Magistrada fierecilla, mareada y talentosa,
se tiró del fuselaje en un momento,
heladiza.
Osciló en un guindo el flanco de plata,
mientras falsearon por la nuca las fallas
autocráticas;
repiquetearon unas válvulas por las
finanzas,
y de la alfombra, se abrió una galaxia que
se autoflageló
a lo lejos.
Me quedé incubando un poco de nostalgia
y el olor a incensio que destilaban los
astros,
observando cómo los barquillos negros se
perdían
en la mándala noctámbula del refilón.
Pero una negra seriedad superflua
prenatalmente
cae sobre el semestre automático de la
rampa zodiacal.
Va la esbelta velocidad al ventilador de
los segundos,
como instruyendo el círculo conductor del
vicio peliblanco.
Ivette Mendoza Fajardo