Related image

jueves, 3 de octubre de 2024

Máscaras de Melancolía y Rebelión

Mecanizados entornos, hambrientos y pobres, se visten,
dejando atrás la polémica en busca de caricia y afección,
empujando la desidia, ingenuos en soledad, girando en doble espiral.
En las espigas, las siluetas de la muchedumbre, los entrecejos
de quebraduras oclusivas de clavijas veletas, se tambalean
cuando retrocedo, vacilante.
¡Qué insípida la semejanza del gorrión entre las gredas,
en su reñida ansiedad, improvisándose en el impulso!
Un púrpura broche tímido, untado en la amistad de la amapola,
¿dónde te encuentro, bajo la grandilocuencia del tablero de
teoremas, flotando en gélida gelatina jugando rompecabezas?
Observa cómo voy ataviada de desventura, cargando la insulsa
margarita, que tantea la rebelión en un kilovatio
de tristeza, queriendo acomodarse hacia mis sienes, por una dicha
angular que no se deja ver.
¡Oh, aquí sentada, esperando un tango que toca la madrugada!
Discursos, símbolos y espejuelos recogen los frutos de la tromba
en el gradiente cromosómico, como la sonrisa trivial y sus ojos
taciturnos, navegando en el cercano infinito.
El gramófono dormido gira lento, con tamarugos místicos de epitelio tropical,
y el vientre del latido se ahueca longitudinalmente en la tutela de la exclamación
de un Edén portátil, como las compuertas envejecidas del firmamento.
Nada surte el efecto de una rebelión sin sonidos ebúrneos,
obstaculizada, la semilla de la úlcera en el reloj de arena de los hechos
que pasaron como pájaros con listones verdes en los brazos de mi dramática
máscara de tibia melancolía, sembradora de mis genes.
Ivette Mendoza Fajardo