Poemas Abstractos, Poesías, Poeta Nicaraguense Ivette Mendoza Fajardo (Ivette Urroz), Nicaragua, Managua América Central, sacuanjoche, Poemas Contemporaneos, Poemas
lunes, 13 de mayo de 2024
Enciendo una marea de callada vanidad( poesía contemporánea)
Enciendo una marea de callada vanidad,
domingo, 12 de mayo de 2024
Poemas del 2014, Ivette Mendoza Fajardo, poesía contemporánea
jueves, 7 de agosto de 2014
Ivette Mendoza Fajardo
Tierra bronceada
Luna dorada, tierra bronceada
Mañana pura, piel frescura.
Beldad cierta, vida despierta
Fragor, sabor, dolor y amor.
Tierra de alma abierta
Canta de una forma secreta
Al aire que respira y admira
Y vive y sobrevive viviendo
Y canta y sigue cantando.
El astro rosado
El astro rosado mudaba en sueños en
El cielo despierto de un tiempo de seda y
Cabalgaba por la dulce cordillera:
De vidas sorpresas
De purezas floridas
De tierras a colores
De ríos de frutas
De líquida luz
De la sustancia insostenible
De hechos helechos
De insectos arcoíris
De caracoles luminarios,
Se abría de día y de noche
A perseguir las almas
En penas y las transformaba
En perlas criaturas.
Dio su gloria y alma en letras.
Su pluma delineó sus sueños
En poesías, pintándolas de
Fluidas rimas asonantes y
Consonantes con matices multicolores.
¡Se oyen, se escuchan
Sus claros clarines de
Simétricas melodías!
¡Oh!,
Príncipe de las letras castellanas
Alumbras los castillos estelares
Y desde arriba con tu frente
Y puño en alto sostienes
La mullida luz de la victoria.
La historia recita tu lírico triunfo
Saludando la bandera azul y
Blanco.
Y ahora tu memoria
Arde y abre paso
Entre lagos y volcanes hacia la
Literaria inmortalidad.
Mi enigma
Habré de saber a qué he venido
A la vida,
Me pregunto reflejada a mis imágenes
A las que no puedo reconstruir.
Todo empezó cuando el barranco
De mi memoria hacía preguntas.
Esa sombra me perseguirá hasta en
El interrogante ocaso aun cuando
Se oculten los sonidos de mi carne.
He esperado tanto la antigua historia
Del espinoso camino y no fluye nada
En su reflejo.
Quizás fui sazonada de antemano.
Quizás yo no era nadie.
Quizás sea un enigma.
China Sea
Después de haber visto vasta inmensidad,
No solo mis ojos quedaron extasiados
Sino llenos de aprensión.
Batallones de aguas que de lejos
Miran con locura.
Inocente y perversa arcana que en
Su garganta se traga la vida humana.
Ilusorio azul, tersa bruma que venciste
La espada mandarín, algo que sucedió
Ayer y sucede ahora.
Contaba mis hora volando sobre tus
Tenebrosas aguas y valoraba mi preciosa vida.
Pero un monje me confesó que no
Era ni tan amorosa ni tan vengativa,
El conocía todas sus pericias.
Algo, algo me movía a seguirla
Contemplando, como qué con
Mis ojos al hundir en ella
Querían descifrar su húmedo universo.
Luego elegí darme por vencida
No podía guerrear con ella ante
Sus desmedidos secretos y misterios,
Yo era no más una aguja en un pajar.
Inmigrante NicaInmigrante sin terruño
Inerme sobre el nuevo suelo,
Detrás quedó la vieja puerta
Empapada en llanto y sudor,
Se apagó el aroma
De sacuanjoches silvestres
En el silencio azur de lagos y
Volcanes.
Inmigrante sin terruño
Inerme sobre el nuevo suelo,
De añoranzas extraviadas
Cargadas van las maletas
Que esperan promesas
O tristes fríos vacíos.
RecurreEn el hueco de mi mano posa
Un recuerdo adormecido
Sin alas ni suspiro que no vuela,
Ni deja de inquietar.
Jamás podrá ser borrón y
Cuenta nueva porque aunque
Dormido, en mi alma quema
De encantos y de penas.
Fue un tiempo que alumbraba
La pasión abriéndose a la vida
Y las palabras llegaban al beso
Y al asombro donde acarreaban
Fortaleza en nuestro amor.
En el hueco de mi mano posa,
La soledad de esta memoria que
Recurre como un fantasma
Buscando su crepúsculo
Que no pudo en este
Mundo avanzar.
Como Mariposa
El hombre busca
La libertad del alma
Como vuelo de mariposa
En el viento cadencioso
Que esculpe el transcurso
De la vida.
Alma con alas de mariposa
Que de prisa se ilumina
Contemplando su belleza
Reflejada en la pausa de su prisión.
Liberación de fuego liberado
Buscando paz, buscando gozo iluminado,
Diáfana de ausencia estacionaria
Hacia la luz, hacia la calma
Con sus alas extendidas.
Alma mariposa afanosa espera
Salir o entrar al bosque existencial.
Alma, vida y corazónÉrase una vez el alma
Que prendía de fuego
Hasta quemar el corazón frío
Y rompía el lazo de su sombra
Y le daba cada día más brillo.
Y voló el corazón al viento,
Voló y voló estremecido
Y se convirtió alma en sentimiento,
Voló el corazón enaltecido.
Ahora los dos se anuncian a
La aurora, en un momento
Misterioso de terráquea ilusión,
Alma, vida y corazón.
Corazón Estripitoso
Tu corazón estrepitoso
Calma mis dudas,
Que selvático en mi cuerpo
Lo estremece y lo desnuda.
Juegas al amor salvaje,
Juegas al amor profundo
Y en el indomable tiempo
Has tocado mi amargo mundo.
Tocará su primera vuelta
Tocará muchas más
Porque al rebrote de su luz
No apagará jamás.
Tu corazón estrepitoso
Calma mis dudas,
Amor y amor, oleaje de una
Noche que canta y suda.
La Soledad del Neutrón
Hay tanta soledad en un neutrón
Que en su bamboleo queda
Descargado al aullido de la noche.
Hay tanta soledad en un neutrón
Que al buscar su libertad se sonroja
Ante su vaporosa congoja.
Neutro explotador leal a las tristezas
Dentro de su ilustre señorío,
Soledad que agita a la humanidad,
Sin piedad.
Ardiente naciente nacido elocuente
Soles que fusionan encadenadamente,
Soledad que deslumbra el presente,
Y se arroja.
Fusionados
Entre el lejano pasado y el futuro
El puente itinerario de mi vida,
La viscosa memoria de mi historia
El silencio de la nada en su gloria.
El pasado lloraba impaciente
Pensando a donde él iría y un
Miedo lo embargaba en su mente,
En su rutinario andar día a día.
El futuro fusionado en esperanza
Lo consolaba tiernamente
Atravesando ese sombreado puente
Que lo hizo madurar en el presente.
Y el ahora es un adiós y una ardiente
Bienvenida, el rayo que ilumina
El cielo y la tierra de esta aventura
Hermosa trabajosa y algo dura.
Desdobladamente
El pasado moribundo e inservible
Como mugriento y sarroso eco
Disfuncional quedaba
Al mar abierto
Estrechando su locura.
Envejeció dentro de un velero
De avarientas y febriles criaturas
Que negaban su pretérito
Al terminar su travesía.
Y arrojado al sepulcral oceánico el
Pasado inútil se hundía sin ninguna vela
En las tormentosas aguas
Y sin ancla.
Luego todo se ajustaba al momento
Hasta el hundimiento permanente
Y las marinas espumas
Alejaron la maleza y reverenciaron
Al presente que desde lejos lo vieron
Venir desdobladamente.
Florecilla de Jazmín
Eclipsante florecilla de jazmín
Brota su aroma encendida
Mientras los soplos del alba
Esparcen su canto blanco.
Terso sueño inconfundible
Que plantó Dios en el jardín
Adorna dulcemente enamorada
Hasta pulir amor y gratitud.
Atractiva espontaneidad del sol
Que a su cuerpo hace renacer
Con hermosura y sin presunción
Donde hoy es flor, mañana luz.
Ama al aire, ama al amanecer
Y a la tierra que la ve nacer,
Ojos de nácar blanquecinos
Sembrados en pureza derretida.
La voz del grito
Sobre el enorme sigilo de la
Inverosímil noche estrellada
Un grito profundo desde mis entrañas
Pide sin penas ni reproches:
De la palabra el libre pensar
De la vida la felicidad
Del corazón el amor sincero
Del pensamiento su sabiduría
De cada verso su rima existencial
De la historia una leyenda mitológica
De la conciencia la libertad
Del lastimoso viento el olvido
Del verde follaje la esperanza
Del poder su humildad
De la oscuridad la luz
Del mar su quietud
De la agonía la dicha
Un grito que de gozo llora,
Y su voz presente está.
Permite que el céfiro penetre
Permite que el céfiro penetre
mi esencia reconciliadora,
que ilumine, irradie mi ser desde adentro
del alma.
¡Viento del norte vagabundo, encandilado de
sal sublime,
bañado en el fulgor del sol lleno, sutil y
depurado
en los secretos de la manumisión
y la espera impacientemente tridimensional!
Penetra, irrumpe, asciende en mi fuego
interno,
descubre la travesía oculta de la realidad
esplendorosa.
Entona con la señal del cosmos anhelante,
viento de octubre, cruel y desenfrenado,
que mi resuello, ahora convertido en
voluntad ferviente,
sea mi resguardo. Acércate,
gnosis que habita en mí, a través del
vasto universo poligonal deslumbrado
por tu profunda generosidad en elocuencia.
¿Con qué intensidad invades y me revelas
los secretos para existir, para desvanecer,
tú, con tu melodía traslúcida y cristalina?
¿Y cómo elevas mi existencia
con un susurro celestial,
en el alba sensible y apasionada,
ante ese puente de luz inalterable
que se conecta sereno frente a mí,
porque en tu compañía tan humana
nada puede oscurecer mi espíritu?
Let the zephyr
penetrate my reconciling essence
Let the zephyr
penetrate
my reconciling
essence,
let it illuminate,
radiate my being from inside the soul.
Wandering north wind,
dazzled by sublime salt,
bathed in the glow of
the full, subtle, and refined sun
in the secrets of
emancipation
and the impatiently
three-dimensional wait!
Penetrate, burst
forth, ascend into my internal fire,
uncover the hidden
journey of splendid reality.
Sing with the signal
of the longing cosmos,
October wind, cruel
and unrestrained,
let my breath, now
turned into fervent will,
be my safeguard. Come
closer,
knowledge that dwells
in me, through the
vast polyhedral
universe dazzled
by your profound
eloquence in generosity.
With what intensity do
you invade and reveal to me
the secrets to exist,
to fade away,
you, with your
translucent and crystalline melody?
And how do you elevate
my existence
with a celestial
whisper,
at the sensitive and
passionate dawn,
before that
unchangeable bridge of light
that serenely connects
before me,
because in your so
human company
nothing can cloud my
spirit?
Ivette Mendoza Fajardo
sábado, 11 de mayo de 2024
En el espejo cabalístico del confinamiento líquido
En el espejo cabalístico del confinamiento
líquido,
el augurio acuático de pestañeos descubre
el destino de la criatura en donosura,
con su pandereta serpentiforme,
y hebras neurales tejidas de mutismo.
Inmerso en el abismo viscoso sedientamente,
explora los pasillos infinitos de mercurio,
donde cincela su veredicto canino,
su eterna liturgia
a la transparencia divina sempiterna
o a la sátira de orígenes extintos tras la
cortina asustada
de corrientes insípidas bañadas en luz
forastera.
¡Luz estática de vientos, sabor a sonido
dulce!
¿Aguas de frescos romances, perennemente
traicionadas?
o el torrente amputado sin ira casual,
que, al buscar, sólo reflexiona sobre el
amable reproche.
¿Cómo navegar en la atmósfera de problemas,
en sus espacios sedientos devoradores
de asfixia arenosa intranquila de éxitos
astrales?
Descender hasta la cúspide del brillante
Olimpo
de la marea indivisible de truenos que
envuelve
su soledad impasible, inalterable
en todos los confines de sierpes de sedas
milagrosas.
¡Desciende, desciende hasta el abismo de lo
desconocido!
In the cabalistic mirror
In the cabalistic
mirror of liquid confinement,
the aquatic omen of
eyelashes unveils
the fate of the
creature in grace,
with its serpentiform
tambourine,
and neural threads are
woven of silence.
Immersed thirstily in
the viscous abyss,
he explores the
infinite corridors of mercury,
where he chisels his
canine verdict,
his eternal liturgy
to the sempiternal
divine transparency
or to the satire of
extinct origins behind the frightened curtain
of insipid currents
bathed in foreign light.
Static light of winds,
taste of sweet sound!
Waters of fresh
romances, perennially betrayed?
Or the casually
unangry, amputated torrent,
that, in searching,
only reflects on the gentle reproach.
How to navigate the
atmosphere of problems,
in its thirsty spaces
devouring
the restless sandy
asphyxiation of astral successes?
Descend to the peak of
the brilliant Olympus
of the indivisible
tide of thunders that envelops
his impassible,
unalterable solitude
in all the confines of
serpents of miraculous silks.
Descend, descend into
the abyss of the unknown!
Ivette Mendoza Fajardo
viernes, 10 de mayo de 2024
Mis tentaciones de asimetrías aletargadas
Mis tentaciones de asimetrías aletargadas
son
como una fogata fogosa, taciturna de
polinización.
Si una rima arcana y lejana me engaña,
si hay un elemento cataléptico que desova,
si una tristemente despechada y oculta
hojalata
saborea el decaimiento de la cicuta
virginal,
si hay un mejunje hirsuto de albor en la
imprecisa
muerte bilabial de categoría paradisiaca
anuente,
yo me enturbio pausada digitalmente y
extiendo
mis calibradas ansias hacia el redoble cero
de lo sensual.
¿No es acaso el amor el que arde con llamas
ardientes?
¡Mis tentaciones de asimetrías aletargadas!
Yo he sabido exclamar al aire signos, gotas
por gotas,
mi requiebre suave y dulce de exculpar el
universo de las cosas.
¿Cómo puedo liberar la melodía encarcelada
en la hojalata?
Cada venidero bisbiseo de calor me dio su
ímpetu demencial,
cada tono diacrítico inverso de calamidades
me proveyó su consonancia y me instruyó su
piedad acentuada.
Mis tentaciones de asimetrías aletargadas
son …
My temptations of sluggish asymmetries
My temptations of
sluggish asymmetries are
like a fiery, taciturn
bonfire of pollination.
If an arcane and
distant rhyme deceives me,
if there is a
cataleptic element that spawns,
if a sadly spurned and
hidden tin
savors the decay of
virginal hemlock,
if there is a hairy
concoction of dawn in the imprecise
bilabial death of a
consenting paradisiacal category,
I cloud over slowly,
digitally, and extend
my calibrated
yearnings towards the sensual zero beat.
Is it not love that
burns with ardent flames?
My temptations of
sluggish asymmetries!
I have known how to
exclaim to the air signs, drop by drop,
my gentle and sweet
rebuke to absolve the universe of things.
How can I release the
melody imprisoned in tin?
Each upcoming whisper
of heat gave me its maniacal impetus,
each diacritical tone
inverse of calamities
provided me its
consonance and taught me its accentuated mercy.
My temptations of
sluggish asymmetries are...
Ivette Mendoza Fajardo
jueves, 9 de mayo de 2024
En las penumbras de un horizonte ocioso
En las penumbras de un horizonte ocioso,
en el silencio monosilábico de la tarde de
ojos pardos,
¿las preguntas engañosas surgen?
se divierten en una esquina madrugadora y
entran en mí,
deseosas de intuirme ferozmente.
¿No hay más dudas fieles en un caluroso e
ígneo verano?
¡Ni hay factoriales larvadas que proteger
contra
las fricativas concordancias,
perennes y hoscas literalmente!
Adelantan, con intentos desmesurados
en lentitudes caviladas,
y se mezclan en el alma,
dagas de titubeos que destruyen y purifican
todo.
Saben a qué atenerse justamente,
¿cómo narcotizar nácares entretejidos
ansiosamente días atrás hasta un diametral
cansancio?
¡Sin esperar los frutos ostentosos de
Afrodita,
ni promesas desordenadas entre manos agrias
a dioses azarosos!
Son esas penumbras inquietas las que me
amedrantan
en un jugo de pasamanos confabulados sobre
estas frías
noches de letargo agreste,
y en casi todas las orillas de un invierno
expeditivo,
me informa la trémula noche que, en
su eterna misericordia,
protegerse contra una penumbra granívora
aún significativa,
es el acero frío de la queja intrigante.
In the penumbras of an
idle horizon
In the penumbras of an
idle horizon,
in the monosyllabic
silence of the evening with tawny eyes,
do deceptive questions
arise?
They frolic at an
early corner and enter into me,
eager to ferociously
sense me.
Are there no more
faithful doubts in a hot, fiery summer?
Nor are there larval
factorials to protect against
the fricative
concordances,
literally perennial
and grim!
They advance, with
excessive attempts
in contemplated slowness,
and they blend into
the soul,
daggers of hesitations
that destroy and purify everything.
They know exactly what
to expect,
how to narcotize
interwoven nacres
anxiously days ago
until a diametrical exhaustion?
Without waiting for
the ostentatious fruits of Aphrodite,
nor disordered
promises between bitter hands
to capricious gods!
It is those restless
penumbras that frighten me
in a juice of colluded
handovers on these cold
nights of rugged
lethargy,
and almost all the shores
of a swift winter,
the trembling
night informs me that, in its eternal mercy,
to protect oneself against a grain-eating penumbra
still significant,
is the cold steel of
the intriguing complaint.
Ivette Mendoza Fajardo
martes, 7 de mayo de 2024
Carromato de barro, sombrío
Carromato de barro, sombrío;
flores de aluminio, abrumadas por el
espacio,
fingimiento azul en el parabrisas al ocaso.
El último mundo, trágico, de tus idilios
se convierte en un tumulto de almas
afligidas.
Blanquea tu cadera, rasgada de laberintos,
y tus sienes, dos gladiolos manchados.
Este rencor que albergo, a ti te lo debo—
¿acaso no merodea aquí el acechante de las
sombras?
Un dedo lo señala misericordiosamente.
Me regodeo, desgarrado en signos;
manos domadas dentro del vientre de un
avestruz,
diluyendo sonrisas ciegas.
Sonidos de vientos sin luces se inclinan
sobre
el párpado gris; la ansiedad descansa sobre
la predilección encantada de Venus.
¡Ah! Una vestimenta musical caída,
temerosa,
una molécula sangrienta queda para la
posteridad,
saciando una marea de ojos que luchan
por su existencia felina.
Calles que duermen sin piedad, respiran y
exhalan,
soltando las cobardías de horas célebres.
Contemplar en la oscuridad luminosa
requiere reflexión en tiempos de hambruna
digital.
Piernas lisiadas de soledad brillante,
cansadas de vivir
en botellas al fondo de un mar de
apariencias.
The cart of mud, grim
The
cart of mud, grim;
aluminum flowers,
overwhelmed by space,
blue pretense on the
sunset windshield.
The tragic final world
of your romances
turns into a tumult of
saddened souls.
Your magnificent groin
whitens, torn by labyrinths,
and your temples, like
two tainted gladioli.
This resentment I
harbor, I owe it to you—
does the stalker of
the shadows not prowl around here?
A finger points it out
mercifully.
I revel, torn apart in
signs;
hands tamed within the
belly of an ostrich,
dissolving blind
smiles.
Sounds of lightless
winds lean over
the gray eyelid;
anxiety rests upon
the enchanted
predilection of Venus.
Ah! A musical garment has
fallen, fearful,
a bloody molecule
remains for posterity,
satiating a tide of
eyes fighting
for their feline
existence.
Streets that sleep
mercilessly breathe and exhale,
releasing the cowardices
of celebrated hours.
Observing in the
brightness of darkness
requires reflection in
times of digital and appliance famine.
Lame legs of
phosphorescent loneliness, tired of living
inside bottles at the
bottom of a sea of appearances.
Ivette Mendoza Fajardo
lunes, 6 de mayo de 2024
El ritmo trazador del número gigantesco
El ritmo trazador del número gigantesco,
diurno y tremebundo
por topografías tan sutiles que ya tuercen
el tono griego del
tórax rivalizado
ilustra mis sienes minuciosamente, roba su
ritualismo
como investigativas arterias.
Allí los especulativos espejos y los
diagramas de luna y computaciones
comulgantes
inmutablemente comulgan la compostura del
trueno, allí lo incombustible
de la marquesina difunta
palmea la palestra del oropel al colorido
esternón, al pernil de su
pertinaz lámpara.
¡Tonalidad que para mí repercute! ¿Acaso no
escuchamos la voz
insistente de Hércules, cargando el peso
del cielo en sus hombros?
El ritmo trazador del número es un
Infranqueable reflujo tan desacertado,
es un camarote cabizbajo tan ausente y
antedicho que rebalsa la angustia,
que desabriga mi gentileza incoherente y
manicorta de un
pernicioso manjar divino.
Otra vez esos retazos homicidas
vengando utopías incautas…
¿Quién dijo que en calma quedara la llama
de la foresta?
Escapemos del temor, de celajes rumiantes,
por la opinión quimérica glorificamos esta
hoguera temerosa de cronometraje en serie;
hilaridad del léxico del garrapatear
campestre
y si nos hela el valor
en la mitad del camino llevadero
al borde de esa murmuración precipitada
¡Oh perpetuidad del ser!
Camina descalzo, el siglo sustancioso y
pueril,
!Vamos de la mano, violácea alborada!
The rhythm tracing the
gigantic number
The rhythm tracing the
gigantic number, diurnal and tremendous,
through topographies
so subtle they already twist the Greek tone of
the rivaling thorax
meticulously
illustrates my temples, steals their ritualism
like investigative
arteries.
There, the speculative
mirrors and the diagrams of the moon and computing
communicants
invariably commune the
composure of the thunder, there the incombustible
of the defunct marquee
slaps the arena of
tinsel on the colorful sternum, on the ham of its
persistent lamp.
The tone that
reverberates for me!
Do we not hear the
insistent voice
of Hercules, bearing
the weight of the sky on his shoulders?
The rhythm of tracing
the number is an
Infrangible reflux is so
misguided,
it's a downcast cabin
so absent and
aforementioned that it
overflows with anguish,
that it strips away my
incoherent and
short-handed
gentleness from a
pernicious divine
feast.
Again, those homicidal
scraps
avenging incautious
utopias...
Who said that the
flame of the forest would remain calm?
Let's escape from
fear, from ruminating skies,
by the chimerical
opinion, we glorify this
timid bonfire of
serial timing
Hilarity of the
lexicon of rural scrawling
and if our courage
freezes
in the middle of the
bearable road
at the edge of that
precipitated murmuring
Oh, perpetuity of
being!
Walk barefoot, the
substantial and puerile century
let's go hand in hand,
violet dawn.
Ivette Mendoza Fajardo
domingo, 5 de mayo de 2024
Otra vez está a flor, suspicaz de insomnios
Otra vez está flor, suspicaz de
insomnios,
¡Cuadriculado con todo un cosmos!
Tus misteriosas cúspides, ¿no lloran acaso
en mí?
Entrañas mías, como gacelas ariscas en
campos de
turquesas, ahora domesticadas bajo el yugo
suave
pero firme de la luna lobulada,
La soledad, un cielo pálido, desencantado,
despliega su vastedad como un lienzo inconocible,
tejiendo el vacío con hilos de plata nerviosos,
que nos abre mundos cíclopes de nuevo,
en la reverencia del tiempo zodiacal.
Es la medianoche que recrea un astro en las
mieles de nuestros sinsabores, en esencia
resurrecta de cíclicos albores.
Vientos, cautivos en el terciopelo gris de
decepciones,
susurran secretos antiguos a la desnudez de
nuestras soledades abismales.
Ansiedad desanimada, una sombra verde sobre
la clorofila vibrante
—peces plateados nadando contra la
corriente de mi espíritu inquieto—,
Huesos encendiendo lágrimas como faroles en
la penumbra,
desenraizando mis despertares, esclavizados
a vértigos roídos
que vagan sin brújula por mapas tornasolados,
Elíxires de pánicos, cocidos en el crisol
de ninfas ilusionistas,
dulces y traicioneras como el primer albo
de un sueño interrumpido,
En la mañana de blancura carnal, donde la
luz desvela
los contornos del deseo, o en la
fulguración de motivos olvidados,
como estrellas fugaces en la memoria,
¡Amor, ríete de este combate pecaminoso y
altisonante!
Again, it blossoms
Again, it blossoms,
suspicious of sleeplessness,
Squared with an entire
cosmos!
Your mysterious peaks,
do they not weep in me?
My entrails, like
skittish gazelles in fields of
turquoise, now tamed
under the soft
yet firm yoke of the
lobed moon,
Loneliness, a pale,
disenchanted sky,
unfurls its vastness
like an unknowable canvas,
weaving the void with
nervous silver threads,
opening up cyclopean
worlds anew,
in the reverence of
zodiacal time.
It is midnight that
recreates an astro in the
honeys of our
bitterness, in essence
resurrected from
cyclical dawns.
Winds, captives in the
grey velvet of disappointments,
whisper ancient
secrets to the nakedness of our abysmal solitudes,
Disheartened anxiety,
a green shadow over vibrant chlorophyll
—silverfish swimming
against the current of my restless spirit—,
Bones igniting tears
like lanterns in the gloom,
uprooting my
awakenings, enslaved to gnawed vertigos
that wander without a compass
through iridescent maps,
Elixirs of panics,
brewed in the crucible of illusionist nymphs,
sweet and treacherous
as the first dawn of an interrupted dream,
In the morning of
carnal whiteness, where light unveils
the contours of
desire, or in the flaring of forgotten motives,
like shooting stars in
the memory,
Love, laugh at this
sinful and sonorous combat!
Ivette Mendoza Fajardo
Manivela presuntuosa
Manivela presuntuosa, expatriada y
remunerada en mis ansias;
cada vez que se movía, la pena mantenida,
tus ojos azabaches,
mi vientre de seda pinchaba en la nada
resbalosa y vertiginosa,
y colágenos murciélagos, o en la muralla
que graciosamente cae,
donde se filtra el abismo complaciente de
los siglos,
en las horas más precisas, emergías tú.
Allanas como caballito del mar, broche de
mi alma;
hasta cuando la sintaxis femenina, de
contorno reluciente y salpicada,
de pronto, a su manera, se acomodaba
pudiéndose decir tu dialecto carmesí.
¿Acaso solo había que llenarse de
aprensión?
entre el azul del tiempo regalado del
mentol
y tu lóbrega armadura.
Suave brinco, cálido y alborotada joya,
para tan duro meollo, penetrante tu mirada.
Presumptuous crank
Presumptuous crank,
expatriated and remunerated in my yearnings;
every time it moved,
the sustained sorrow, your jet-black eyes,
my silken belly would
prick in the slippery, vertiginous void,
and collagenous bats,
or on the wall that gracefully falls,
where the
accommodating abyss of the centuries is filtered,
at the most precise
hours, you would emerge.
Your smooth things
over like a seahorse, the clasp of my soul;
until when the
feminine syntax, with a gleaming and speckled outline,
suddenly, in its way,
would settle down
making your crimson
dialect discernible.
Was it just to be
filled with apprehension?
between the gifted
blue of menthol time
and your gloomy armor.
Soft leap, warm and
tumultuous gem,
for such a tough core,
penetrating your gaze.
Ivette Mendoza Fajardo
Laudes en un ámbito inaudible
Laudes en un ámbito inaudible, figuras
forzadamente esculpidas,
brotan de la mente nublada, ese cerebro
envuelto en bruma.
La neblina, satisfecha, crece intensamente,
como el aroma de la astronomía, con
fragmentos de constelaciones
sobre la superficie fértil de cables
fraternos
y palancas melancólicas.
Minutos de angustia y vapores emergen de
oídos grotescos,
mientras burlas de una artesanía tosca
rasgan
los tules de un bronce entusiasta:
son las oscuridades frenéticas del álgebra,
que, con los símbolos inequívocos de su
tarea burocrática,
ralentizan el magneto versado en una
magnolia mortuoria
y en la plata volátil arrancada de los
despojos de la posguerra.
¡Ah! Notas marginales de lo que vendrá tras
una madrugada tóxica.
Como una hora repugnante, los rizomas
intimidantes en
un hemisferio enfermo de aroma a madera
oscura
y los pasquines lagrimosos proclaman la
victoria,
listos para adornarse con elegancia para
una celebración explosiva.
Persiste en la búsqueda sobre la magnetita
caliente en la neblina,
como sobre un herraje adormecido de gemas
impecables;
se mueven como castores a través de un
cataclismo de pensamientos maduros.
Praises of inaudible
scope and forced figures
Laudes in an inaudible
realm, figures forcibly sculpted,
emerge from the
clouded mind, that brain wrapped in mist.
The fog, content,
grows intensely,
like the scent of
astronomy, with fragments of constellations
on the fertile surface
of fraternal wires
and melancholic
levers.
Minutes of anguish and
vapors rise from grotesque ears,
while mockeries of
coarse craftsmanship tear
the veils of an
enthusiastic bronze:
they are the frenetic
darknesses of algebra,
which, with the
unequivocal symbols of its bureaucratic task,
slow down the adept
magnet in a mortuary magnolia
and in the volatile
silver stripped from the postwar spoils.
Ah! Marginal notes on
what will come after a toxic dawn.
Like a repugnant hour,
the intimidating rhizomes in
a sickly hemisphere of
dark wood scent
and the tearful
placards proclaim victory,
ready to adorn
themselves elegantly for an explosive celebration.
Persist in the search
for the warm magnetite in the mist,
like over a dormant
fixture of impeccable gems;
they move like beavers
through a cataclysm of mature thoughts.
Ivette Mendoza Fajardo
jueves, 2 de mayo de 2024
Si la soledad, tintada de escarlata
Si la soledad, tintada de escarlata como
agua y volátil como el fuego,
enciente la desolación en el alma de mi
cactus.
Encerrada entre dos lápidas, mi piel revela
su desnudez liberada,
mientras ecos insomnes resuenan
interminablemente.
¿Acaso no brotó de la sombra de su arcilla
originaria?
Constelaciones de serpientes, resonando con
sus cascabeles,
desvelan las hojas ocultas del desamor
apenas insinuado.
¡Frutos desvanecidos brotan en la traición
de mi sangre!
Soledad profunda, desafiando el polvo de
mis convicciones arraigadas,
fluctuante y efímera, horadando palabras
quebradas.
Una vez fui el fulgor jubiloso de un
elemento extraño,
golpeándome el pecho contra los límites
tangenciales de la luz.
¿Sabes más de mi tormento retorcido,
imbuido de alcanfor?
¿Quién proclama que escribimos para
replicar la ciencia
de un castigo inmaculado y sus nobles
repercusiones?
Un pie teme la dilatación del tiempo,
solitario y nocturno, en su búsqueda de
desdicha
dentro de la caja de Pandora. La catarsis
de Euclides
que renace fervorosamente en sus propias
lágrimas,
y se adueña de la marea tranquila de sus
plenilunios.
La tarde, prolongada en soledad, se detiene
para orar y reposar
con su voz más gélida, mientras la espina
traiciona
sus fríos pasos en el oscuro manantial.
If loneliness, tinted scarlet
If loneliness, tinted
scarlet like water and volatile as fire,
ignites desolation in
the soul of my cactus.
Enclosed between two
tombstones, my skin reveals its liberated nudity,
while insomniac echoes
resound endlessly.
Did it not sprout from
the shadow of its original clay?
Constellations of
snakes, resonating with their rattles,
unveil the barely
hinted leaves of unlove.
Faded fruits sprout
from the betrayal of my blood!
Profound solitude,
challenging the dust of my deep-rooted convictions,
fluctuating and
ephemeral, piercing broken words.
Once I was the joyful
glow of a strange element,
beating my chest
against the tangential limits of light.
Do you know more of my
twisted torment, imbued with camphor?
Who claims that we
write to replicate the science
of an immaculate
punishment and its noble repercussions?
A foot fears the
dilation of time,
solitary and
nocturnal, in its search for misfortune
inside Pandora's box.
The catharsis of Euclid
that fervently
reincarnates in his own tears,
and takes possession
of the tranquil tide of his full moons.
The evening, extended
in solitude, stops to pray and rest
with its coldest
voice, while the thorn betrays
its cold steps in the
dark spring.
Ivette Mendoza Fajardo
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