El resplandor de
la luna se rompe
Va suspirando la
esperanza del cielo
Todo es etéreo
pensando
Que le soy
necesaria de vida en cruz
Avanzar contra
el dolor o la fortuna
Un
prisma camina por el lirio de tu frente
Todo gira
apuntando a la cabeza y los pies
Estremecida por
hadas y unicornios alados
Libando con
paciencia el canto de la chicharra
El saludo
enigmático y eterno
Desenlazando la
melancolía, pagándose con besos
Por donde los
sueños dejan huellas
Que siempre
invaden
Instantánea
fotografía de la memoria
A la serenidad
del ave torcaz
Entonces, solo
hay pronombres paranormales
Al mal tiempo, un
lago silencioso de cisnes
Sal a la ventana
y saluda a las almas,recuérdalas
Ivette Mendoza