En el lecho de zumo ciclonópata
En el lecho de zumo ciclonópata
de la enfermedad, la espera mana
corazones consumidos que se suman
al notar mi precipitado insomnio,
escuchando su voz cleptómana
de noches enteras.
La mudez cinética es la sombra
venenosa lavando las generaciones
con disfraces perdidos. Me nombra
fría entre dopados crepúsculos,
saboreando los delirios de una muerte
barroca, mezcla de tranquilidad y pena.
Curiosidad incriminatoria, deontológica,
tiene tanto que decirme que tienta
al borde del precipicio, como un eje
depresivo que le pone la soga al cuello.
En el lecho de zumo ciclonópata
de la enfermedad, el ruido de la vida
debilita la melancolía y las flores
de troyanos lamentos, última agonía
de la humanidad maniatada de
resurrecciones verde olivo y
gozo derrumbado.
¡Ah, zarzales de rostros incoherentes!
¿Por qué Edipo muerde lo imposible?
Nací de un rayo de luz de soledad
infinita, moviendo las tinieblas en una
aurora dualista de ensayos y errores.
In the bed of cyclonopath
juice
In the bed of cyclonopath
juice
of sickness, the wait
exudes
consumed hearts that
join
upon noticing my
rushed insomnia,
listening to its
kleptomaniac voice
of entire nights.
The kinetic silence is
the venomous shadow
washing generations
with lost disguises. It names me
cold among drugged
dusks,
savoring the deliriums
of a baroque death,
a mix of tranquility
and sorrow.
Incriminating
curiosity, deontological,
has so much to tell me
that it tempts
at the edge of the
precipice, like a depressive axis
putting the noose
around its neck.
In the bed of cyclonic
juice
of sickness, the noise
of life
weakens melancholy and
the flowers
of Trojan laments, the
last agony
of humanity bound by
olive-green
resurrections and
collapsed joy.
Ah, brambles of
incoherent faces!
Why does Oedipus bite
the impossible?
I was born from a ray
of infinite solitude,
moving the shadows in
a
dualistic dawn of
trials and errors.
Ivette Mendoza Fajardo