Las delicadas efigies oteadas,
labradas,
milenarias acacias enderezan su tribulación.
El lienzo del crepúsculo cobija sus almas
milenarias acacias enderezan su tribulación.
El lienzo del crepúsculo cobija sus almas
mientras un grillo desceñido y
entonado, canta.
La luz los junta acomodando
sus ojos de dolor
sobre la piel de un
pensamiento muerto
que no sabe aún que es boceto
de la vida.
Y será como una vez, llegarán
al destierro,
por donde vemos el misterio
mal gastado
que ratifica la negación de la
puerta falsa.
Quizás una imprudente liebre entra por allí,
Quizás una imprudente liebre entra por allí,
quizás se den cuenta que la
vida es corta
pero deshojará el ave las
hojas y hará hoguera.
“Mas vale ser que parecer, más
valen frutos
que flores que los unos dan
sabores y las
otras no más que olores.”
Ivette Mendoza