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lunes, 13 de julio de 2020

De poder compartir


De poder compartir
Será una lluvia de camafeos
Una gota calificativa
Una gota aficionada y colgante
Una gota estética, bella y reprimida
Tanto así procura propagar
Sin voluntad colosal                  
Dadiva de niebla roturada
De la casualidad decimonovena
De poder compartir
Daltónica panacea
Un mundo de pendientes libres
Impalpable sin cortafuegos ni pena
Una distancia conquistada con humor
De poder compartir
Un adorno carismático
Con un gesto juvenil
Como una caricatura que se descarga
En internet para poder compartir
Secretos estampados de un
Pixel domesticado y monitoreado para bien
Ivette Mendoza


domingo, 12 de julio de 2020

Alborotada y exótica alegría


Alborotada y exótica alegría
Exaltación del tiempo y sus goces
Ingrávida, en su música enterrada
Revela su gracia tocando clarinete
Como en la diestra de su dios guitarra
Espléndida, sin aprensión ni miedo
Ni el medio punto más vitral-diéresis-  
La detiene en su espejismo musical
De recuerdos, en finitud de nombre
Es el símbolo más simbólico en Do
Dio color, sabor, olor más afectuoso
Honda partitura del amor y armonía
En sus mirtos con notas consonantes
Y sobre franelas infinitas intrincadas
Ivette Mendoza



Con foto fotosíntesis informático rayo encanecido


Con foto fotosíntesis informático rayo encanecido
Podría acuario de acuerdo fotográfico
Retratarse a medianoche con acústica y emoción
Hila su carboncillo con ruecas carneada cepa
Con seda de oruga destornillada claroscuro
Hiperbólica diadema se enmienda con el gótico sueño newtoniano
Fragmenta su pálida gamuza quebrándose en su ensenada
Mientras desata una calórica bellota a control remoto    
Se desploma a pierna abierta y vuela sobre las grutas de ciruelo
Como un ave brújula coloreada en sus nortes
Comestiblemente oreada, espera paradoja de su partícula
Palmípeda y su intuición inusual
De la urgencia que mira en líneas de fuego
Forra fantasía faraónica en su carromato
Y dentro de la polaroid los flashes de una luz libre
Para cuando me toque mi imagen de perfil
Ivette Mendoza


sábado, 11 de julio de 2020

Sopla botella manglares de julio llueve


Sopla botella manglares de julio, llueve
Sobre seco perfil de mi acento silábico
Ceniza depositándose en la chimenea parturienta
Regresa a la casa con sus amores violentos
Con su vieja puerta regalaba pensamientos
Mi cabello de cal conjugaba los tiempos
Eran tiempos grises puntillosamente texteados
Sopla más fuerte, fuertemente sopla
Coñac saturado saludablemente mudo
Donde su vaho es la mancha dilecta del verso
Por la oscuridad pasa su única neurona silente
Torturador de estrellas se sostiene en una sílaba
Para extraer la nutria testimonial de mí herida
Que lleva olvidos de agua bendita
Dame guantazos manoplas violentas
Chorrean cuerpos castigados en estado gaseoso
Sábados astrales se tiran a matar
Se ponen en cuclillas y nadie los pierde de vista
Ivette Mendoza


Convocatoria de magneto mágico colorido


Convocatoria de magneto mágico colorido
Confeccionan abstracciones
Envilecen los temibles dramas
De las blandas manos de avestruz
Altares de remembranzas sobre melancolías
Cartesianas, dolor y tragaluz               
Mi vientre temeroso; jaques de su bondad y cerradura
Hacia el verde entramado, las auroras se esconden
Mientras estrella convexa en delirios estaciona a mí alrededor
Mi alma canta purificada de índigo y salmos de pureza
Escarmientan la religiosidad de uvas verdes en cuyo
Centro se retuerce luciérnaga olvidadiza de amor
Capicúa, boquerón y una flor
Capullo, verso e ilusión
Capa caótica mi vida es un mito
Mito sudor y rubor entrañable fruto de verdor
Porque yo te he amado hasta el ósculo que ansía conocer
Tu copioso coqueteo
Ivette Mendoza


viernes, 10 de julio de 2020

En la curvatura más pequeña del horizonte


En la curvatura más pequeña del horizonte infinito sueña Venus
Y es más que una diosa de diablura angelical y tan bella piel
De albaricoque que florece mil veces diablo ángel grisácea terrenal
Gracias a que concibió un paraíso de pesadillas, nostalgias y fragancias
Llena de entelequias, quimeras, versos una manera de ser estética y saber.
Deleite en las ilustraciones, las suntuosidades esponjosas en el legajo de un
Dios a quien su belleza le antecede a la lavanda en el atardecer, del que es
Un olimpo a los pies de tu ser y verdades entre resonancias, velo de mi
Velo en vela y vida de purgatorio, premiso de permitir hebra hechiza
Del cielo fuego e hipnotizar, purga el idilio espiritual
Ivette Mendoza


miércoles, 8 de julio de 2020

Peregrinación en muerte de relámpagos libertarios


Peregrinación en muerte de relámpagos libertarios
Cierra tus ventanas en el espacio negro de la hierba,
Cierra tu elocuencia a la temerosa sonrisa del escudo
Cierro mi dorso coronado de estatuas con espinas
Cierro el sueño donde combato la levitación de manzanas magras
Peregrinación en cólera de reyes, vuelve al grito intermitente
De criaturas hechas trizas por el filo de los mares
Cierra lumbrera llorada en el solsticio de las aves, alas
Picos y elfos mudos que descifraron el lenguaje de los fantasmas
Ojos que renacieron en el seno lumbre de vasta expresión
En turbión de acero y huida babilónica
Calámbrica voz del soplido hecho cólera, hecho mutuamente
De cerezos y escombros olor a madera métricamente
Pancarta del dios azul que se esparce en el nombre poseído
Cierro los remotos tiempos de insospechada historia
El arsenal que me ataca dentro de mis venas de dolor
Una tras otra ola de miedo suelta libre al fragor de la
Mañana retoñando en el abedul andariego
Cierra esturión carga conspirativa de regresar a mi
Sombra que duerme sobre este espejo usurero
Cierra al final su costumbre estallada cayendo sobre
La ternura monolítica y oceánica, levanta muerte
Entre tus manos de aserrín            
Cierra en el nombre de la fe de mi alquimia increada
Ivette Mendoza


Conglomeración raquítica de piedras hipo frénicas


Conglomeración raquítica de piedras hipo frénicas
Razón pagana en timideces selectas y malolientes
Ruboriza instantes de diamantes en seda planetaria
Idiotez implícita levanta sentimiento idóneo
En idea empequeñecida vestida en armadura obispal
Duda que invade lo antes dicho en la cima de una
Aurora apasionada del mundo polífono musical
Sobre carga de energías dispuestas a rodar, a
Construir, a soñar, a calentar el retórico rezo de
Mi entendimiento de guitarra acústica, de piano y violín             
Oleaginoso secreto de una gruta animalesca,     
Serpenteante monumento que entra confuso
A la razón, silencio en su ordenanza binomial
Golpetea anhelos, dichos, cuernos temores y
Sonrisas para impregnar corazones nardos
Remeda al madrugar urgiendo esplendor lapislázuli
Esporas incansables desangeladas de caricias
Hiperactivas dispuestas a intercambiar edén dentro
De pensamientos desalentados de tecnología
En su modus operandi rebosa filigrana en
Una rosa a rendirse ensombrecida y cataléptica
Animación de tu cuerpo mítico de mirra y cenizas
Debatimos muñecos de papel requesón de          
Puente desmuelado, pomelos de ilusión gótica
Malnutrido celaje en la cuerda tuerta y feliz
Xeroftalmía patogénica del alma disgusta en
Su lecho caluroso a corazón de hilos y ribetes
Ivette Mendoza


martes, 7 de julio de 2020

Sempiterno elixir del amor


Sempiterno elixir del amor
Vagido infante conviértase dolor
Gaznápiro de errática muerte
Abuhado sendero pies de luna
Arrebol entre celajes hormigueros
Silencio ebúrneo aclarador de laberintos
Virola en victrola nadería y mermar
Serpiente lacrimógena impía lisonja
Acueducto de los besos acuciantes
Esbozar caricias chollo patriarcal
Quetzal en un recuerdo hervidero luz
Veneno del mañana hoja de jade
Arrecifes de monedas ósculos de miel
Valoración del insomnio oráculo oscuro
Chapoteo en absurdas oscuridades
Desparrama piel en Magdalena
Autobús voluntarioso hermoso de cadera
Congregación de nardos en perros callejeros
Frecuentando abismos celestiales
Lecho de huesos tristes amparan azur
Huracán abúlico en tierra infértil
Perdulario viento sisando arte de fenecer
Ivette Mendoza



lunes, 6 de julio de 2020

Dislocada semilla


Dislocada semilla de una imagen en su lenta agonía
Soledad de libros tejiéndose entre cuatro cuernos
Insistencia angelical deforme en el laberinto oscuro
Paternidad propílica del escuálido cordero, amen
Devolución en manojo de sangre del pollo negro
De cualquier modo hay en mi estrella derrotada
De afligirme en mis mares ocaso de castigos y repaso
Plantado bardo emoticón tico de corazón ciego
Sube y baja el motor de la corona nardo ilustrada
Pregunta del cianuro alocado separado de su yo
Para transitar los días olvidados siete notas despechadas
Pagarás con tu escote contorneado amargo ser
La gracia zurda del ayer trae la felicidad al amanecer
Colochos en temporadas de invierno deglutiendo el amor
Desenmarañar la marea cósmica incrustada en mi pecho
Ivette Mendoza


Ángel estudioso en pentagrama de otoño

Ángel estudioso en pentagrama de otoño
Tímido sonido de aquellos ojos que brillaron
Escarapela en la tempestead de elixir gramático
La dadiva que conduce a la elegía dramática
Como dos ovejas livianas en su pobreza
Contra la urraca del vendaval y su palestra histórica
Todo aborrecía con marzo a tus pies
El hombre suicida saludando a su himno lunático
Con la mueca fría de sus pies de heno
Las ranas en las ramas de arquitectura huraña
El dardo emoliente de alguna forma amamantaba un truco solar
Era la cara hiriente de la catedral valiente
Inmolándose en la sombra guillotina
Era el lapicero de lunares refulgentes
El anís de su espejo roto traspasando
Su enagua rúbrica, sus zapatos en llamas
El martillo fragmentado dentro de tu piel
La vela que golpeaba con el látigo del recuerdo
Los dragones dislocando los péndulos de arena
La emancipación de la silla en arcoíris colgantes
Y los hormigueros sobre sus celajes permanentes
Ivette Mendoza


miércoles, 1 de julio de 2020

Cien mil ángeles volaron


Cien mil ángeles volaron
Por majestuoso cielo una tarde;
Enviados por Dios espíritu arde,
Para aquellos que lo amaron.
Así nació el suave candor
De vernos un poco iluminados,
Unos pueden caber condenados,
Y otros tras una necesidad de amor.
Ivette Mendoza


martes, 9 de junio de 2020

Canción y cantar


Canción y cantar
Al viento al amor
Cantata
Que
Se
Canta
Lentamente
Suavecita
Vamos cantando, despacito
Guitarra guitarrita
De oído
Para recitar los dichos
Lo que queda de mí
Mar de triquiñuelas
Melodías de los hechos
La maraca y el piano
El hombre más hombre
En fin, en fin, en resumidas cuentas
Para regalarte un punto en el pentagrama
Para ganar un símbolo en la vida
Ivette Mendoza


La mente de la noche


La mente de la noche, recuerda con certeza
Cascadas de fresas que se derramaban aun cuando lloraban
Sobre el manto rosado de mariposas atolondradas
Aullaban los olivos en los breves horizontes
Música tocaban cayendo en corazones ajustados
En el mar del sentimiento y volaban cientos
De alondras en el cielo de capricornio
Cima y pulimiento de amores unicornios
Sombra de la hierba en relámpagos azur vela
El verde florecido hacia al blanco amanecer
Para confundirme con la luz
Contigo al anochecer el recuerdo se vuelve a
Enloquecer, mil esperanzas como símbolo           
Tricolor que con sus manos elaboran el
Cuerpo del amor resaltando la consciencia
Para consumir el fuego de mi fugaz existir
Ivette Mendoza


viernes, 29 de mayo de 2020

En la inmortal promesa del amor


En la inmortal promesa del amor
Los días se deshacen en primaveras roídas
Sacudidos por arpegios
Reviviendo las ideas
Mitad amor, mitad dolor
Bajo el llameante néctar de mi esencia
Todo vuelve y se restituye
Como el inicio que se abre el corazón
Cruzándose a la vida en un rayo de luz
Las noches vuelven en sus primaveras y
Nuestros labios se buscaron
En su crítica andariega,
Las pasiones y las ilusiones
Sobre los piélagos dormidos del alba 
Se aferran satisfechos
Ivette Mendoza



jueves, 28 de mayo de 2020

Expiación en su máxima agitación del momento


Expiación en su máxima agitación del momento
Pecado que pasea su bendición del agua al fuego
Cara triste que puede llegar a cualquier cielo
Cruzamos las noches oscuras en un solo temblor
Liberamos espíritus con mácula, dolor y hambre
Como se llena el karma en su vasija de hiedra
Responder al desencanto de una amarga sonrisa
Todo transcurre entre las dos y las cuatro de madrugada
Aprendemos a filosofar con el arpa eléctrica
Alguien se roba el alma que no arde entre vocales
Hay amor y pan dentro de la vasija del canto
Porque han sido capaz de destejer este melodrama
La luz nos sigue aun sin ser devoto de algún dogma
Recobrarse del sueño juntando partículas cargadas
De toda palabra armoniosa que envuelva la vida
Ivette Mendoza


miércoles, 27 de mayo de 2020

En bosque de oro


En bosque de oro y rosado cuarzo
Hadas de luz, elfos de diamantes exudan
Néctares milagrosos, perfume de geranio
Y sobre las pesadas piedras del disecado rio,
Lejos de su nido, canta y alegra un ruiseñor mi alma
Sus melodías están ensangrentadas y sus alas rotas.
Ivette Mendoza


Transformación de éxtasis paradisíaco


Transformación de éxtasis paradisíaco
Nieve índigo, nirvana en su carmesí clemencia
Mis ojos parpadean como aves de topacio
Transpiran al pensamiento en su decorado abstracto
Como vestirse con la luz. Unidos por una casta sombra
El alma se pierde en un horizonte, hasta su matriz celestial
En su eterna convivencia. Aun en su áurica aridez
Cuerpo en las penumbras; ha llegado el fuego a sofocarte
Y contamos con la prisa de la memoria
Eterna, extasiada en los azahares del presente
El sol, el mar, el aire y fuego en su cima y sus mullidas alturas
La mustia soledad que en su dolor escarnece
Todo sueño tiene flor y fruto, un sueño que revivir
Ivette Mendoza


Vence la palabra en ubérrima eclosión


Vence la palabra en ubérrima eclosión
Vuelco en letras chasquido diligente
Emancipó pegajosa en el cúmulo
De la nada reconociéndose trotamundos
Al dulce fuego de tercetos estrepitosos
Pasó por mi calle entre el arnés y el mar
Que la golpea, muge su destino surtida
Del gozo de lo oscuro. Es la onerosa
Obra de un niño en sus entrañas
Que siguen andando por aquí
Tiene un juguete hecho en primavera
Hecho de palabras, hecho de letras,
Hecho de emoción y sentimiento
De una lagrima contenida y un
Espíritu animoso.
Ivette Mendoza

lunes, 25 de mayo de 2020

Un tatuaje en terciopelo


Un tatuaje en terciopelo
Cortejo de maquillaje
Paisajes sobre mi piel
Desviado y necesario
Usando tinta invisible
Lo retoca la aguja zancuda
Vida prendida en trazos
Pincha aguijón siniestro
Sólo así subsiste inmortal
Línea a línea, pincho a pincho
Abre mis puertas de sangre
¿Quién elevaba mi alma
A una obra maestra 
De tatuada ficción? 
Ivette Mendoza


Despertar con los pies canguros y maltrechos


Despertar con los pies canguros y maltrechos
Sosteniendo mi rostro marsupial y segmentado
Un pie una mano arregostados a la punta del cuchillo
La carpeta es carruaje y carrusel categórico y casual
Sólo así traigo el tiempo con la célula vegetal
Le he devuelto su grito australiano agudo y oceánico
No ha sido en vano
El agua acaba por estrangularme los pies
Y vale el oro que se conmemora en mis uñas
Y veo, y pienso, y digo
Que de todo esto
Hay un sentido de estar vivo dentro del nexo explicativo
De despertar con los pies canguros y maltrechos
Ivette Mendoza

Hay humos de escaleras que acortan la zaina grieta


Hay humos de escaleras que acortan la zaina grieta
Nuestras grietas crujen en su libada juventud
Las zurcimos con martillos aligerados
Y martillamos nuevas grietas entre sus grietas
La grieta está hecha de la chanfaina del chisguete que
Nos permitirá beber hasta desfogar conservatismo
Y se escuchen apenas un espiche espirituoso
Hay grietas donde hundimos nuestros pasos en el
Idóneo hontanar donde sacamos la lágrima orate
Se parten en tres veces tres palabras entrecortadas         
Increpando caer en la zaina grieta abierta en mis manos
Son hoyos, alabanzas que se refugian en sus artimañas
A la que hemos intentando morder el sobrado intento o
Para derrumbar el insulso lecho de la piedra tóxica
Y probar que nunca subió a su eyectado entorno
Porque no había un fomento dentro del tormento
Ivette Mendoza