El pájaro
bermejo
Del largo
invierno
Que en copos
de luz
Lo envuelve
sencillo
Y la suave
flor cancionera
Que de su
garganta sale
Como trino
feliz.
Vuela en la
noche
De diciembre
sobre el
Misterio
anhelante
Con su
cadencia más
Afinada y en
el hondo
Roció por
donde
Va dejando
sus
Inmortales
huellas,
Siempre
sumiso.
Entre el
invierno
Y el cielo
de cristales
Hechizos, el
pájaro
Equilibra su
vuelo cansado
Y promueve
volar
En el numen
verdor de
La vida.
Ivette
Mendoza
2014