Soy tu
soñada leona,
La fiera
hambrienta que
Apetece la carnosidad
De tu alma constelada.
De tu alma constelada.
Soy la
criatura silvestre
De la selva incandescente
Y el fuego
insaciable como el amor.
Soy tu
recuerdo de la noche desatada
Recordando
tan solo nuestras existencias,
Retozando en
un lecho de luna cristalizada.
Llego a ti
en un cuerpo de relámpagos y truenos
Desahogando
en tempestades mí ferocidad
Adormecida
de hace tiempo.
Soy la selva
virgen inexplorada
La que se
abre al amor y deja huellas
Poniendo
sabor frutas al instante hermoso
Devorándote
entero
O pedacito a
pedacito,
Mirando a
las estrellas,
Satisfaciendo
mi instinto.
Soy la Venus
que te ayuda a disfrutar
Más allá de
las altas hogueras
Y la
espesura de las serranías.
Soy el
apéndice estimulante de tu ser interno.
La llama de
tus valles que danza
Y nunca se
extingue.
El paño de
tus lágrimas
Y la hembra
amiga.
Ivette
Mendoza
2014
Gioconda Belli
La que te quiere
Yo soy tu indómita gacela,
el trueno que rompe la luz sobre tu pecho
Yo soy el viento desatado en la montaña
y el fulgor concentrado del fuego del ocote.
Yo caliento tus noches,
encendiendo volcanes en mis manos,
mojándote los ojos con el humo de mis cráteres.
Yo he llegado hasta vos vestida de lluvia y de recuerdo,
riendo la risa inmutable de los años.
Yo soy el inexplorado camino,
la claridad que rompe la tiniebla.
Yo pongo estrellas entre tu piel y la mía
y te recorro entero,
sendero tras sendero,
descalzando mi amor,
desnudando mi miedo.
Yo soy un nombre que canta y te enamora
desde el otro lado de la luna,
soy la prolongación de tu sonrisa y tu cuerpo.
Yo soy algo que crece,
algo que ríe y llora.
Yo,
la que te quiere.
el trueno que rompe la luz sobre tu pecho
Yo soy el viento desatado en la montaña
y el fulgor concentrado del fuego del ocote.
Yo caliento tus noches,
encendiendo volcanes en mis manos,
mojándote los ojos con el humo de mis cráteres.
Yo he llegado hasta vos vestida de lluvia y de recuerdo,
riendo la risa inmutable de los años.
Yo soy el inexplorado camino,
la claridad que rompe la tiniebla.
Yo pongo estrellas entre tu piel y la mía
y te recorro entero,
sendero tras sendero,
descalzando mi amor,
desnudando mi miedo.
Yo soy un nombre que canta y te enamora
desde el otro lado de la luna,
soy la prolongación de tu sonrisa y tu cuerpo.
Yo soy algo que crece,
algo que ríe y llora.
Yo,
la que te quiere.