Son mis húmedas caricias
Las que lubrican tu apasionada piel.
Mis senos dos volcanes excitantes
Que me hacen sentir ferozmente deseada.
Mi ígnea feminidad la lava atrayente al arrullo
De tu virilidad en su máxima potencia.
Mi cuerpo y el tuyo meciéndose en olas
De aullidos.
Mi suelta cabellera las redes que te atrapan,
Y entretejidas hacen el nido de amor.
Te pienso,
En la noche de brisa erótica.
Ivette Mendoza
2014
Gioconda Belli
Biblia
Sean mis manos como ríos
entre tus cabellos.
Mis pechos como naranjas maduras.
Mi vientre un comal cálido para tu
hombría.
Mis piernas y mis brazos sean como
puertas,
como puertos para tus tempestades.
Mi pelo como algodón en rama.
Todo mi cuerpo sea hamaca para el
tuyo,
y mi mente tu olla,
tu cañada.