Ha venido
del cielo
Una arcilla
en rosa
Llamada
mujer,
Una rosa
cautiva y hermosa
Curveada y
delineada
Por Dios y
el amanecer.
Su cuerpo se
talla del sueño
Y del
misterio que solo una mano
Divina lo
supo hacer dando
El relieve
de su perfección y su
Continuidad.
Cómo se
enciende
La viveza de
sus ojos,
Cómo ondea
su pelo,
Cómo florece
de ideas,
Son soplos
de amor
De una
sangre mortal
Que corre
dentro de una figura
¡Oh Dios
bendice este sexo!
Hecho de
fuego,
Aire, agua y arcilla,
De labios
dulzura
De vientre
de tierra
De pechos de
soles
De poderosa
ternura
De mirada
humana,
Que claridad
de seda
Bruñe su
rostro.
Ivette
Mendoza
2014
Gioconda Belli
Dios me hizo mujer
Y Dios me hizo mujer,
de pelo largo,
ojos,
nariz y boca de mujer.
Con curvas
y pliegues
y suaves hondonadas
y me cavó por dentro,
me hizo un taller de seres humanos.
Tejió delicadamente mis nervios
y balanceó con cuidado
el número de mis hormonas.
Compuso mi sangre
y me inyectó con ella
para que irrigara
todo mi cuerpo;
nacieron así las ideas,
los sueños,
el instinto.
Todo lo que creó suavemente
a martillazos de soplidos
y taladrazos de amor,
las mil y una cosas que me hacen mujer todos los días
por las que me levanto orgullosa
todas las mañanas
y bendigo mi sexo.