Amatista de la memoria espejo
en las noches claras de Abril
el horizonte es quien apaga la
luz
y el frio de la montaña su
reflejo.
El retorno de tus grises ojos
dicen y dicen que lo abarcan
todo
y una ola del ansia imposible
es:
pétreos paraísos de tus mares rojos.
Niña del juego encontrado y
perdido
al inventarse dos o más palabras
vuelve a repetir el mismo y suave
movimiento, ya oculto ya
silente,
no en vano súbito y
sorprendido.
Ser tú el todo y ser la nada
ningún horizonte ya se pierde,
andar, andar y andar sin
especular
andar en la barca abarcada,
regresar.