En el paisaje de los ojos miel
la destreza cuántica de la razón,
la vida y el amor novísimo
la juventud y su fortaleza
solitaria.
El murmullo herido al repiquetear,
El murmullo herido al repiquetear,
hasta la curva tridimensional
de la noche,
hasta al rastreo profundo de la raíz pensante.
hasta al rastreo profundo de la raíz pensante.
La voz que reconoce mi nombre
en el espejismo de la nada, en
un lugar común,
la que me llamaba hace mil
años desde el fondo
de la agreste espesura.
Ivette Mendoza