Ante ti destino, definiéndome
Ante ti destino,
definiéndome como una chicharra
bajo tierra, ambulancias de
azúcar alcohólicas y piojosas,
te inculpo de mal venir, como
el estómago del futuro enyugado,
río de fornicaciones como
explotadas, esclavas del invierno,
eres mi meñique cabriolado,
cejas de Danto asesinas
eternalmente, medrosamente,
la desbarrigada oda de la
censura derrumbándose; programando voy entre dientes,
y el chicle de caléndula
inútil, que se pega, se pega,
pegándose en el sacrificio
apocalíptico, mona y frijoleen:
incorpórate, encorvándote,
incorpórate, encorvándote,
sobre tus senos de estrofas,
taconea en tu ataúd con
tus zapatos de tortillas
hasta regalar tus frutos de látigos
helados, medievales parcelas de la angustia, restregándose.
Ivette Mendoza Fajardo