Estratagema de carbón
insolente y de arterias respirando carcajadas,
fango de las ideas
analfabetas sin las ideas analfabetas:
plataformas dispersas en la
conciencia del humo lamiendo
noches tristes y su poderío
era un calvario de alicates,
mi cordura de puentes masticando
escombros desde
una verdad que vendió el alma
por cinco luceros asesinos.
Filosofías despernancadas
ardiendo en la caleta
de la misericordia del
alarido amansa burros,
escuelas degolladas en sal y
sangre, y los lápices llorones,
moscas enceradas de paso en
la oscuridad de mi corazón,
huellas incoherentes de
liberación como lluvias ensangrentadas,
mi espíritu crece como una
gran manzana roja,
enroscándose a la vida,
arriando crucifijos
soberanos o banderines desmuelados,
conquistando melodías obesas y
horizontes asfaltados.
Incendio de palomas
alucinando en flor proletaria,
temblando, meando, pujando, arrojando la abundancia del
destino en la sotana del
escorpión insano de metales claros.
Ivette Mendoza Fajardo