Deshojada lengua espectral
Deshojada
lengua espectral reaccionando irresistible
en un
barranco gametogenético discursivo.
Águilas de
vapores jeroglíficos sueñan en su cornisa
escamosa
cinco mil legalizaciones del alma metro crepuscular.
Vacío en
cruces juramentadas, legañosa espera de delicadeza sexual
lanza un
proyectil de lágrimas dentro de su risita
malévola entreteniendo agujas sobre la explosión del silencio envalentonado.
Entre suicidios
de ensayos humanistas y átomos danzarines,
panes en
lienzos susurrando dolor de escarapelas,
huyendo en geometría
de tranvías y gelatinas del destino.
Lacerados
pistilos de complicidad pretérita caen a veces
en su
insufrible terquedad de hostias y maizales.
Joyerías de
la música embalsamada imposibilitada a guardar secretos
cuando en
las catedrales de las balas, su oración larguirucha
de pezones minusválidos
busca persianas en sus ojos.
Oh luz de
leche cortada que presiente un tosco intento
por el
temperamento del tragaluz, y yo aquí electrificante
como en algarabía
de catacumbas buscando la longitud
exacta de tu
envoltura de geisha láctica, auténtica y contorsionista.
Ivette Mendoza Fajardo