Líquido de metal
derramado sobre el carromato de las horas /
Brisa virulenta de antaño
crece en los litorales iónicos del capitel /
Me adjetivo en los grandes surcos del pensamiento
y busco el
numen de tu alma en un grano soñoliento de maíz /
la guitarra de
cuerdas enloquecidas es mi cuerpo luz /
con cinco
balazos se mata esta hambre y sed feroz
para buscar
las más copiosas verdades dentro del estómago
y grabamos
el suspiro agónico de ellas /
desentraño los misterios de tus ansias en el ónix de
las aguas, cuando se oxida el tiempo en su zumo,
sobre los
reflectores incólumes de la utopía fresada /
inmortalizamos
los glaciares del relámpago en una noche
oscura
dentro de puntos enanos y ciegos martirizados /
empedramos
el desafío en una opción erudita, y terminamos
magnetizando
serafines castos en sueños de mentol /
rescatemos
este mundo virtual que agoniza en nuestras manos /
Tu corbata
de melcocha se pega al hilo blando de la vida y
nos mide el
tiempo dentro de un vasija de boliches antojados /
Hay un
quejido mancillado en una vieja canción sin fortuna
ahogándose
en el asombro de una fuente testicular /
Ivette Mendoza Fajardo