Estas garúas de monedas balbuceantes
Estas garúas de monedas
balbuceantes,
humean en matemático rigor
beatificado,
desean encuadernarse por combate a
la estampa oprobiosa de los
huesos o
maquinan conquistar una
estrella en
iluminado desorden
citológico.
En cuclillas rebotan desde sus
entrañas.
Aúllan en un rencor
refunfuñado.
Dominan entre el azogue
epitelial y
la tribulación declaratoria vastamente
preñada de penas imperiales.
Todo es así, así, así. Todo
es un entonces
con pecados de crines y espolones
absolutos como cuando corren
el riesgo
de mezclarse con su llanto
andariego sobre
el vicio acusatorio de su
polilla de barba invernal.
¡Ah! esta lluvia estrafalaria
y desmejorada
buscando la congoja del
heliotropo en la paz
exacta de su universo de
senos mapamundi,
enervándose en la magia de su
cuchilla podrida
y desesperada.
Liberalismo de la ventisca extinguida
se
arruga en su incertidumbre
solterona,
parchada bajo dinero
voluntarioso contra
el alfabeto ahorcado de los
astros para silenciar
la infancia de su apetitosa
gula.
Ivette Mendoza Fajardo