De noche retorna el vacío en los espejos
De
noche retorna el vacío en los espejos
para
animar las velas escarchadas de eternidad
que
son como tsunamis de penumbras,
se
derrumba cierta agonía en lo idealizado
cuando
apenas transforma el despiadado
subterráneo
de lujuria.
Y
recibimos la aurora mimosa
como
jugo evaporado en pdf por vez primera.
Se
escarmienta tu sonrisa,
dejando
por mucho tiempo nacarada bruma:
entre
dos asíntotas trotando que la luna escupe
pueden
verse aún jirones de sollozos
dilatados que aun cargamos.
Ivette Mendoza Fajardo