En el instante en que la abundancia de la rectitud se emboza
En el
instante en que la abundancia de la rectitud se emboza
como
un sendero del bien y el mal derramado
por sensibilidades
quijotescas.
Los puntos
cardinales juegan en aguas ociosas
mientras
se agrandan en la oscuridad,
de la
oscura era que nos ejemplifica.
En el
instante en que Sócrates declama sus lunas
y la
primera ilusión de ruido encenizado
se
franquea desde su pecadora suerte,
el
gusano doloroso toca un céfiro acongojado.
El confesor
de la promiscuidad de cartera
pendenciera
se rodea en la noche de tanta galantería
entre
colas de cometas.
¿Qué
oloroso tormento lo agolpa?
Ivette Mendoza Fajardo