El manotazo sabio
 
El manotazo sabio que da mi actitud a un vals
lleno de problemas, lleno de problemas, problemático.
La botica del capullo donde se vende dolores y
enfermedades majestuosas con asombros femeninos.
Filosóficas arañas de actitudes contundentes tocando
el violín inmaterial de las botas enloquecedoras.
La sombra desencantada de la novela ortodoxa 
 se hace sublime en el panteón del estornudo
industrioso con ratones diagonales.
Mi instinto vagabundo lleno de frío y su manía de
panza abierta que se orinó en el ataúd unánime
de la amargura como el moho hospitalario con
ritmos dialogantes. El capitán del orbe que no
 capitanea nada más que en el piececito goloso
 de la podredumbre. ¡Escucha, escucha! vamos
 cabalgando en la nueva generación de las gaviotas
 histéricas de neutralidad dentro del embudo plebeyo
 de interrogaciones trágicas. El hedor del alma
 en su catafalco pierde el sabor
de la faz de la tierra y ejerce su poderío magistral
boqueando. El traje del espanto con figura de trompeta
y
dentadura de tristeza ebrio dentro sus errores.
Un sol humilde con cara de hojas mustias camina
por los ríos de alquitrán y se embaraza de juventud
y mi cuerpo es una ola gigante de hospicios radiadores
disolviendo pulpos bromistas asesinos inocentes.
Ivette Mendoza Fajardo
