Clemencia
blanqueada…de perfil luciente,
cuelgan
de ti murmullos y melodías,
saben
a festines de golondrinas funerarias,
anotan
indiscretos recelos de aventuras
en
mañanas ejemplares sobre alas con voces
irrecusables.
Paciencia que encalla en tumultos minerales,por
reverberos
inocentes escabulléndose de las esquinas
truculentas del
mundo.
La
clemencia es una purgada comedia de laureles
sanguinolentos
que yacen en un calvario de ilusión,
es un
tenue lloriqueo embrollado en el frío imperio
de la
niebla prisionera.
La
clemencia es un espejismo de peces nerviosos
saltando
la cuerda cuántica de la muerte.
La
clemencia repasa la historia abanicándose
en
las faldas de la tarde tropical
mientras
andamos por las asperezas ignotas del tiempo.
Ivette Mendoza Fajardo