Flor ansiosa
-¿Quién recordó la
benevolencia perenne de la flor?
¿Quién volatizó el pequeño
obelisco de la hormiga,
de la abigotada piedra donde
se acopla la ansiedad?
Cuando la falange murmulla ya
deja de respirar silbidos;
la cautividad es la linterna
voluntariosa que ampara
su flor de vagarosidad
filtrada;
la flor que no rompe ella
misma el umbral
irrazonable de su gentilicio,
de su propia xerocopia
aniquilada como un dragón de
delirios hasta el fruto inmortal.
¡Su reconstrucción se atiborra!
Ivette Mendoza Fajardo